De regreso de unas vacaciones familiares en la Patagonia, la panelista de "Ponele la firma" y dueña de su marca de ropa contó: "Trabajar con él despierta una conexión de todo tipo".
Una semana de recreo para llegar con las energías recargadas al último trimestre de año. Así lo pensó Jimena Cyrulnik (41) que, en medio de su trabajo como panelista en Ponele la firma y cabeza de su marca de ropa, emprendió viaje rumbo a Bariloche con su marido, el fotógrafo Lucas Kirby (45), y sus hijos, Calder (8) y Tyron (3).
"Fuimos con unos amigos a descomprimir en medio de tanto laburo. Descansamos de todas nuestras actividades y queremos que los chicos aprendan a esquiar", cuenta la bella conductora, dueña de su marca de ropa "para cuerpos reales", Xyrus.
En medio de la nieve y a pesar del frío en el Cerro Catedral, posó muy sexy para la lente de su marido -por supuesto-, el encargado de todas las producciones fotográficas que realiza Cyrulnik: "Él hace mis fotos para las campañas y eso me pone más activa. Hay más conexión de todo tipo porque despierta el costado más íntimo. Es una conexión absoluta, visual y de todo tipo. Obviamente sirve para pulir el vínculo: tenemos nuestras diferencias pero sacamos el lado positivo".
La pasión por la fotografía de su marido y la trayectoria de Cyrulnik como modelo han sido una combinación ideal en la intimidad a lo largo de sus 11 años de relación. Aunque, claro, fue una práctica que tuvo su "época dorada" antes de la llegada de los niños.
"Solíamos sacarnos fotos en la intimidad muchísimo antes. Nos hemos cansado de hacerlo en otra época, cuando las imágenes quedaban en la cámara. Ahora también lo hacemos pero somos muy cautelosos y precavidos de tener el material guardado para que no se filtre o quede en alguna nube", cuenta, entre risas.
Dueña de una figura privilegiada, la panelista de Ponele la firma se hizo un tatuaje muy sexy en el costado de una lola: "Me lo hice ahí porque a la hora de usar un escote me parece más sensual de costado -la parte externa- que la interna como se usaba antes. Siempre uso escote abajo de la axila por eso me gustaba ese lugar para el tatuaje. Es mi electrocardiograma, que en un extremo termina con un corazón y, en el otro, con un globo".
Casados desde el 2010, Cyrulnik y Kirby viven una relación sin celos… Aunque ella elija a otro fotógrafo para sus campañas: "Él es libre con ese tema. Le gusta que a su mujer la miren. Dicen que soy como si fuera su auto: que miren pero no toquen. No tiene problemas en que haga una producción sexy. El año pasado posé para Playboy y pedí que él sea el fotógrafo porque quería sentirme cómoda. ¡Pero seguro que él me hubiese entregado sin problemas!"