La actriz habló de sus ganas de agrandar la familia con Michael Bublé, con quien ya tiene a Noah y Elías.
"Mis hijos son todo. Mi vida entera y más. Nada tiene sentido sin ellos", confiesa Luisana Lopilato (30) en una entrevista en la que también expresa sus ganas de agrandar la familia que formó con Michael Bublé (41). La actriz argentina y el cantante canadiense le quieren dar un hermanito a Noah (el 27 de agosto cumple cuatro años) y Elías (uno).
"Como madre soy tremenda. No puedo escucharlos llorar. Nunca pude. No sé ponerles límites. Mike se encarga de hacerlo porque dice que yo soy muy flojita. Les compro la ropa, los juguetes que me piden. Me gusta darles todo. En realidad, me gusta verlos felices", agrega Luisana sobre su rol de madre.
"El año que viene quiero tener otro hijo. Me gustaría ser nuevamente mamá ahora pero no puedo por mis compromisos de trabajo", confiesa sobre sus deseos de agrandar la familia este año pero los compromisos laborales no se lo permiten. "Siempre imaginé tener una familia como la que tengo. Desde muy chica mi gran sueño fue conocer a un hombre, enamorarme, casarme y tener hijos. Siempre quise armar un hogar como el que yo tuve", destaca sobre su marido, a quien califica como su otra mitad.
Con respecto a sus hijos, Lopilato revela qué tienen Noah y Elías de ella y Bublé: "Elías es igual a mí y Noah es parecido al padre. Elías tiene un año y medio y es terrible. Muy travieso. Noah es más tranquilo. Juegan mucho juntos. Les gustan los mismos juguetes a pesar de la diferencia de edad. Aman los súper hérores".
También explica que apoya al colecho y que duermen los cuatro en la cama: "Intento sacarlos pero no quieren saber nada ninguno de los dos. No puedo ponerles límites y lo reconozco. Después veré. Soy un desastre en eso. Así como no puedo verlos llorar, no sé decirles que no. Y por ahora no me obligo a cambia. Dejo que las cosas se vayan dando y sólo quiero verlos felices. Mis hijos están rodeados de amor".
Por último, y aunque aclara que intenta cerrar el tema y no hablar más de la enfermedad que tuvo su hijo –Noah superó un cáncer de hígado– Luisana asegura que eso la convirtió en una mujer fuerte: "No soy miedosa. Soy muy fuerte. La vida me probó y lo superamos. No quiero mirar para atrás, quiero dar vuelta la página y esperar la felicidad. La fe es lo más importante. La fe te salva".