A la actriz le diagnosticaron hace dos años un trastorno límite de personalidad, pero tuvo que abandonar el tratamiento por cuestiones económicas.
Hace dos años Andrea Rincón se enteró de que sufría Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), lo que es hoy en día su desvelo y su gran batalla. "Fue terrible para mí cuando lo supe. Se me vino el mundo encima. Volví a chupar. Quise mandar todo a la mierda. Por esa enfermedad, mis emociones son más intensas que las de cualquier persona. Me explicaron que no tiene solución. No hay cura. Sí puedo aprender a convivir y a manejarla. Pero es la culpable de muchas macanas que me mandé. Yo creía que era pasional, cuando en realidad, mis reacciones desmedidas tenían que ver con eso", dijo la actriz.
Rincón aseguró que hizo solo un tratamiento de rehabilitación. "Se han dicho tantas mentiras sobre mí. Hice un solo tratamiento que duró año y medio. Nada más. Sí necesito retomar con el tratamiento para el TLP, pero es muy caro. Los profesionales me enseñan a estudiar mis emociones, a detectar alertas antes de que me salte la térmica. Y también, a alejarme de personas que sacan lo peor de mí. Pude pagar el tratamiento cuando grababa "La Leona". Ahora sigo con terapia, pero por obra social", afirmó. Y en ese contexto, Andrea tiene limitaciones a la hora de trabajar: "Yo podría estar en Bailando. Todos los años me lo ofrecen, pero sería contraproducente para mi enfermedad porque una queda muy expuesta", dijo.
La actriz confesó que comenzó a consumir drogas desde muy joven y que cuando sufre por amor le duele el pecho. "Siento que tengo encima un elefante. De noche me retuerzo, doy vueltas en la cama y me digo: Y sí, con razón te drogabas, Andrea. Y me duele el cuerpo en serio. Pero no voy a volver a caer en eso. Me la pienso bancar porque no quiero hacerle más daño a la gente que me ama. Yo miro a mi familia y digo: ¿Cómo les hice tanto daño? A los 13 empecé con la birra y a los 15, pasé a la merca. Lo único que hacía era anestesiarme. Hoy veo a mis sobrinos y digo: Loco, ¡cómo pude perderme tantas cosas! Ya no hay manera de que vuelva a eso.", dijo en una entrevista la revista Viva.
A la hora de conseguir trabajo, Rincón dijo que la gente tiene prejuicios por su trastorno. "La gente es prejuiciosa. Tengo ganas de estar bien. Me gustaría hacer otros personajes y salir de la típica chica de barrio porque creo que puedo sorprender. Estoy haciendo fonoaudiología. Pude grabar completas La Leona y el programa Un gallo para esculapio, próxima a estrenarse en la tele. Por otro lado, Iba a hacer de boxeadora en Naturaleza, pero la película está parada. También trabajé en dos obras de teatro. Si la gente tiene miedo o no confía en mí, que no me contraten. Yo sí confió en mí", sostuvo.
En su nuevo presente, intenta no ser tan impulsiva: "Trato de pensar. Ahora que volví al ruedo, me animé a hacer algunas notas. Le tenía mucho miedo a la prensa. No quiero que me lastimen. En mi vida le hice daño a nadie. Yo soy una mina digna. Nunca robé. Jamás en mi vida me prostituí", señaló la vedette.
"Yo estoy poniendo todo de mí. Le estoy diciendo que no a trabajos que me ofrecen mucho dinero, todo para cuidar mi cabeza y mi integridad. Y no tengo plata. Puse mi departamento en venta", manifestó.