La rubia volvió de su viaje por Italia, donde se habría reencontrado con Daniel Scioli. El lunes 17 almorzó con su amiga Maypi Delgado.
A pesar de que trascendieron supuestas fotos del encuentro en Roma, ella lo negó. Gisela Berger (28) jura y sostiene que fue a Italia para hacer algunas compras y visitar a unos amigos. Y opina que la eventualidad de que Daniel Scioli lo haya hecho en las mismas fechas que ella se debió solamente a una casualidad del destino. Habrá que creerle.
Su pancita de seis meses es argumento suficiente como para evitar cualquier tipo de cuestionamiento al respecto. Lo cierto es que luego del tormentoso mes de mayo en que se conoció la noticia de su embarazo y se dio a conocer una escandalosa infidelidad del ex gobernador con la modelo Sofía Clérici, las aguas parecen estar más calmas. Incluso algunos se la juegan a que podría haber una reconciliación entre ellos.
Es una buena noticia para todos, especialmente para el bebito –o bebita, no se sabe– que espera la rubia, su primer hijo. Para bajar el nivel de exposición, su idea era instalarse por un tiempo en la provincia de Córdoba, más precisamente en el pueblo de Alicia, donde se crió. Y llegada la fecha del parto ir hasta la capital serrana o volver a Buenos Aires. Por lo pronto, antes de dejar tierra porteña, Gisela aprovecha para verse con su gente más querida. El lunes 17 almorzó con su buena amiga Maypi Delgado en un restó de Belgrano. La morocha es incondicional de Berger, y evita tomar posición respecto de las polémicas que envuelven a la rubia. “Lo importante es que Gisela y su bebé estén bien”, repite ella, manteniendo la discreción a rajatabla. Es el deseo de todos.