La modelo y vedette habló de su incipiente relación con el cantante mexicano, dijo que sueña con ser mamá y tener hijos y se defendió de quienes la tildan de "gato" sin conocerla.
Dicen que el tren pasa "una sola vez en la vida", pero también que "la vida siempre da revancha", dos célebres refranes que bien se pueden adecuar a la historia de Valeria Degenaro (37), quien luego de rechazar a Luis Miguel (47) cuando recién se iniciaba en su profesión —"me mandó a decir por uno de seguridad que me quería con otra chica en su habitación y no me gustó"—, casi dos décadas después se dejó seducir por otro ícono mexicano, Cristian Castro (42).
"Me contactó en enero, por Twitter. Cuando me escribió entré al muro y me pareció que no era, entonces lo dejé de seguir y no hablamos más. En marzo me di cuenta que sí era su perfil (risas) y volvimos a tomar contacto, incluso me había propuesto ir a Nueva York para filmar un video pero no pude viajar porque no tengo visa", relató sobre cómo se inició la relación entre ambos.
"Cuando me enteré que se había separado le mandé un mensaje, y al otro día me contestó y me puso "estoy en Argentina". Así que estábamos los dos recién separados, la vida nos encontró justo a los dos, me dijo ¿querés salir hoy o mañana?, y al otro día nos encontramos", continuó, para luego profundizar en los detalles de ese primer encuentro.
"Fuimos a cenar con todo su grupo, éramos siete y yo la única chica, y después de la cena nos fuimos al hotel pero a charlar de la vida, no pasó nada. Él venía recién separado, yo también, así que éramos dos corazones rotos que se juntaron a hablar de amor. Él me contó de su historia, yo le conté la mía y nos seguimos hablando por Whatsapp hasta que después nos volvimos a ver cuando él estuvo en ShowMatch", recordó, para luego confesar que en ese segundo encuentro sí tuvo intimidad con él.
"La pasé bien, igual si la hubiera pasado mal tampoco lo contaría (risas). No me gusta dar muchos detalles ni nada, soy respetuosa porque estuve nueve meses con mi ex novio, me separé hace muy poco. En general me tomo duelos mucho más largos, pero el tren pasa una sola vez y bueno, es Cristian Castro, por eso accedí a salir a tan poco tiempo de haberme separado", reconoció.
"A mí él siempre me gustó. Hay momentos en tu vida que hay canciones que te marcan, y a mí me pasaba eso con sus temas, como que ha marcado momentos de mi vida. Yo lo sigo desde hace mucho y he ido a sus recitales, no es que ahora de casualidad él empezó a seguirme y me gusta Cristian Castro. Obviamente que me llamó la atención que me escriba y fue todo una aventura, no es habitual que llegue una estrella internacional y te diga ´vamos a cenar´. Lo estoy viviendo como algo mágico, me siento una cenicienta", se sinceró la modelo y vedette, quien mientras se prepara para probar suerte en Ecuador y Perú con una "revista", dispara contra aquellos que la tildan de "gato".
"Es muy común en mi rubro que pase eso, porque soy una chica que trabaja para Playboy, Venus, hago producciones, tapas de revistas, enseguida dicen ´ah, listo, es gato´. Y la verdad me da mucha bronca cuando me confunden, porque realmente la gente que habla así es porque no me conoce. Soy una mina que trabaja desde muy chica, fui bailarina y hoy de hecho también hago shows, pero no hay que meter a todos en la misma bolsa. Empecé en el año ´97 a bailar y desde entonces que tengo que estar explicando que hay chicas que no laburamos de eso", remarcó.
"Soy una chica normal, y hasta tímida, que me gusta ir a cenar, hacer las cosas básicas de cualquier pareja, ir al cine, no es que salgo con el látigo y soy "Cincuenta Sombras de Grey". Tampoco voy a decir ´ay, sí, soy un diez en la cama´, me defino como una chica normal, y si esperan que sea Cincuenta Sombras de Grey y que salga con un látigo no lo voy a hacer", aclaró con respecto a la idea que mucha gente se hace de ella.
"Tengo montones de disfraces porque soy la cara de una marca de lencería, pero no me gusta, lo tomo como algo laboral. Eso no quiere decir que un día no me salga disfrazarme de algo o bailar, pero porque yo quiero. No me gusta que por la imagen que ven de mí en los medios piensen que voy por la vida de portaliga, con unas medias bucaneras por acá, que no se coman eso porque es un personaje", agregó.
"Si yo te digo con el misionero estoy bien no vende, entonces digo no, me gusta estar arriba y dominar la situación, como dicen todas (risas). Igual, cuando estás con alguien que te gusta mucho y hay piel, el sexo como que va surgiendo. Me parece que una no es igual con todos, como que cada pareja es un mundo y una se da con las personas que te generan eso", concluyó al respecto esta mujer que se define como madre de sus gatas, pero que sueña con dar a luz a sus propios hijos.
"Antes de separarme de mi ex teníamos el proyecto de casarnos y tener hijos, y estuvimos buscando, pero para llegar a lo de congelar los óvulos me falta plata, lo haría pero me falta el efectivo", expresó con un dejo de humor Valeria, quien más allá de la fama de "infiel" del cantautor azteca, seguramente nadie le quita la ilusión de poder formar junto a él esa familia con la que siempre soñó.