En la reunión hubo un pedido por la situación de Venezuela.
En el momento de mayor tensión de su relación con el Gobierno, la procuradora general, Alejandra Gils Carbó , se mostró ayer acompañada por una decena de procuradores de la región, en una asamblea en la que reclamaron que se respetara la "independencia y autonomía" de los ministerios públicos.
La reunión fue en Buenos Aires, en el edificio de Perón 667, por cuya compra un fiscal pidió la indagatoria a Gils Carbó. Se trató de una asamblea extraordinaria de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (Aiamp), convocada para tratar el caso de Venezuela, cuya procuradora, Luisa Ortega Díaz, denunció graves amenazas del gobierno de Nicolás Maduro. Venezuela fue el único país expresamente nombrado en la declaración final de la asamblea.
"Declaramos nuestro apoyo y solidaridad a la fiscal general Luisa Ortega Díaz y los integrantes del Ministerio Público de Venezuela", dice el documento, que ayer fue leído por Gils Carbó, en su rol de anfitriona. Las delegaciones habían discutido mucho qué tono darle a su declaración. Las posturas más duras no lograron imponerse. El caso de Venezuela fue relatado como "la situación irregular descripta por la fiscal general" de ese país, sin más detalles.
Gils Carbó denunció esta semana presiones del Gobierno, dijo que estaba siendo hostigada, se comparó con la procuradora venezolana y sostuvo que si la echaban por decreto, no se iba a ir.