La actriz se defendió ante los cuestionamientos por recurrir a la ciencia para tener a su bebé.
"Todo lo que haga va a ser criticado. Suerte que Dios me curtió de chica, para que hoy pueda superarlo", dijo Luciana Salazar (37) a través de las redes sociales, en respuesta a los comentarios negativos que recibió después de anunciar que en diciembre se convertirá en mamá de Matilda, gracias al método de vientre subrogado.
Además, en su posteo advirtió: "Pero cuidado, no todos somos iguales y no saben si pueden estar haciendo un gran daño a alguien".
La actriz, que desde hace años quiere ser madre, dijo que eligió el método de alquiler de vientre -en una clínica especializada en Miami-, porque tiene trombofilia.
Según explicó su médico, Fernando Akerman, hace un tiempo la modelo congeló sus óvulos: parte de ellos los guardaron para usar en el futuro y otros se fertilizaron. Este año, tomó la decisión de transferir el embrión al útero de la mamá subrogante.
Para el tratamiento tuvo que recurrir a un donante de esperma. "Eso se selecciona de acuerdo a características personales como altura, color de ojos, de piel, historia médica en cuanto a embarazos y ausencia de enfermedades. Cuando se llega a la muestra que la paciente considera ideal, se utiliza", explicó el profesional.
— luciana salazar (@lulipop07) 12 de julio de 2017