Lo confirmó el jefe del operativo. Hace varios meses venían realizando trabajos de inteligencia.
La droga secuestrada en un campo de Los Pirpintos, departamento Copo, provenía de Bolivia y habría llegado en cinco o seis vuelos clandestinos. El campo lo arrendaban, simulando ser productores, para operar desde allí una red de distribución que alcanzaría lugares inimaginables.
Estos datos sorprendentes se desprende de la investigación que llevó a cabo personal de Gendarmería Nacional Escuadrón 59, bajo las órdenes del Comandante Jorge Pereyra. Un grupo de efectivos hacía varios meses que venían realizando tareas de inteligencia.
En los últimos tres días se habían apostado en el campo donde secuestraron casi dos toneladas de cocaína. Se presume también que era una banda perfectamente organizada, tenían una logística. Contaban con teléfonos satelitales, camionetas, maquinarias con las que podían hacer una pantalla para disimular ser productores. Allí se dedicaban únicamente al acopio de cocaína y la guardaban en una tolva para luego trasladarla a otros lugares.