La aeronave provenía del Paraguay y aterrizó en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.
Un total de 455 kilos de marihuana paraguaya fueron secuestrados en el partido bonaerense de San Antonio de Areco tras ser descargados de una avioneta que alcanzó a despegar con varios balazos efectuados por gendarmes y que finalmente aterrizó de emergencia en San Andrés de Giles, a unos 32 kilómetros, se informó oficialmente.
En el operativo, realizado en forma conjunta por efectivos de Gendarmería Nacional (GNA) y de las policías de las provincias de Buenos Aires, Chaco y Formosa, fueron detenidas cinco personas de nacionalidades paraguaya y un argentino, en tanto el piloto, aparentemente brasileño, logró fugarse en remís hasta Luján.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, explicó que los efectivos estuvieron "aguardando el aterrizaje de la avioneta luego de un monitoreo controlado con las fuerzas de seguridad" y que "las tareas de inteligencia y la reserva alrededor del operativo fueron fundamentales para garantizar el éxito del procedimiento”.
Según los investigadores, los gendarmes vigilaban desde hacía 10 días un campo llamado "El Grial" de la localidad bonaerense de Duggan, en el partido de San Antonio de Areco, donde supuestamente iba a aterrizar la aeronave.
La investigación había comenzado en mayo y la llevaba adelante la fiscalía federal 2 de Formosa, a cargo del fiscal Luis Benítez, quien contaba con el dato de que el cargamento iba a aterrizar en una avioneta matrícula uruguaya CX-BDR, ayer en esa localidad a unos 25 kilómetros de San Antonio de Areco.
La aeronave fue detectada en las últimas horas por los radares de la Fuerza Aérea que funcionan las 24 horas en el Centro de Operaciones Aeroespaciales (COAE) de la localidad bonaerense de Merlo, por lo que se estructuró la operación de los efectivos tácticos "Alacrán" de la Gendarmería.
Cuando la avioneta procedente de Paraguay aterrizó, un grupo de hombres comenzó a descargar los bultos con la droga, mientras el piloto recargaba combustible con bidones preparados para esa operación.
Durante la maniobra irrumpieron los gendarmes, por lo que el piloto dejó de cargar la nafta y subió a la avioneta con la que comenzó a carretear para iniciar el despegue.
En ese momento, los gendarmes le dispararon a la aeronave con el fin de obligar al piloto a desistir de la huida, lo que no lograron, pero los investigadores determinaron que sólo había alcanzado a cargar combustible para unos 15 minutos de vuelo.
En el lugar, los gendarmes secuestraron 16 bultos con un total de 455 kilos de marihuana y detuvieron a los seis sindicados integrantes de la banda, cinco de ellos de nacionalidad paraguaya y un argentino.
Tras el despegue de la aeronave, los gendarmes avisaron a la Policía bonaerense que, en pocos minutos, detectó el aterrizaje de emergencia de la avioneta en un campo llamado "La Eschelita", a unos 14 kilómetros de la ruta 41, de la localidad de San Andrés de Giles, a pocos kilómetros de distancia, aunque no pudo ser hallado el piloto.
Luego, un remisero del pueblo reveló a los pesquisas que había llevado al piloto unos 30 kilómetros hasta la vecina ciudad de Luján y que le había parecido que había "gato encerrado" porque si bien le dijo que había tenido un "desperfecto mecánico" le había pagado "cuatrocientos dólares" por el viaje, explicó Bullrich.
La ministra señaló que "el problema" es que "los radares que están colocados en el norte argentino comienzan a ver aviones desde los cinco mil pies, y estos vuelos (del narcotráfico) vienen rasantes a mil pies, que son menos de trescientos metros".
En una conferencia de prensa en San Andrés de Giles, la funcionaria agregó que "falta un radar en la zona de Mercedes, que se va a colocar este año, y es el que va a cubrir fundamentalmente la frontera de Paraguay, de donde vino este avión".
Sin embargo, Bullrich aclaró que "el ministerio de Defensa, que es el responsable del control aéreo, había registrado dos veces a este avión entrar y se lo había revisado y no tenía droga".
Para la encargada de la seguridad, la marihuana secuestrada tienen un valor en el mercado ilegal de "aproximadamente dos mil dólares el kilo ya comercializado".
Bullrich estuvo acompañada por el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo; el jefe de Gendarmería, comandante general Gerardo Otero, y el intendente de San Andrés de Giles, Carlos Puglielli.