Ana Laura y Rodrigo son parte de un equipo que busca pequeños productores en el interior de la provincia, en la tarea de visibilizar y concientizar sobre los beneficios de la miel orgánica tanto en el consumo como en el cuidado del medio ambiente.
En el capítulo de hoy no podemos reducir el talento en una sola palabra y en un sola persona, porque son muchos los protagonistas: principalmente las abejas, los pequeños productores y por otro lado, el equipo de una cooperativa que se encarga de centralizar y organizar todas las partes para la producción de un alimento que además de ser exquisito, es orgánico y cuida al medio ambiente: la miel orgánica.
Cuidar el medio ambiente y capacitar a los pequeños productores apícolas del interior, son los principales objetivos de un grupo de jóvenes que forman parte de la única cooperativa que produce y comercializa la miel orgánica en la provincia: Wayra
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Ana Laura Sayago y Rodrigo Ruiz están encargados de la parte más desafiante de una cooperativa CoopSol que trabaja hace casi 30 años en la producción de miel. Ellos tienen la tarea de identificar y potenciar al pequeño productor, pero para que todos crezcan, lo principal es la capacitación y la concientización de los beneficios de la miel orgánica, y sobre todo, saber de qué se trata.
La miel orgánica se produce en montes, lejos de campos y agroquímicos y su producción tiene muchas cuestiones por detrás: el cuidado de las abejas y el medio ambiente y busca fortalecer el trabajo de familias del interior.
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“Implica mucho sacrificio pero a la vez se trabaja con los ideales”, sostiene Ana Laura, bajo la idea de que “si crece la cooperativa, crecen también los productores”.
Es un trabajo que requiere mucho esfuerzo y coordinación, pero con beneficios para todos: al identificar productores, se los ayuda a que crezcan, y a la vez se mejorará el tipo de mieles orgánicas de acuerdo a las características de la flora de la región.
Más de una docena de personas trabajan en la planta que envasa la miel líquida y son más de cien los productores de miel orgánica de la cooperativa (entre Santiago del Estero y Chaco).
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“El desafío de crecer está relacionado a la capacidad de desarrollo del contexto, por eso es importante la capacitación y la ayuda constante a los pequeños productores, siendo lo principal la concientización sobre el medio ambiente”, finaliza el ingeniero Ángel Jimenez, encargado de la actividad en la planta.