Ocurrió durante la noche de este martes. La joven madre confesó que tenían un brasero en su vivienda. Efectivos de la Comisaría 6º lo estabilizaron y lo trasladaron al Cepsi.
Pudo ser una tragedia, pero una vez más el rápido accionar de la madre y de los efectivos de la Comisaría 6º salvaron la vida de un niño de 7 años, intoxicado con monóxido de carbono.
El dramático episodio comenzó pasadas las 20.30 de este martes, cuando una joven madre de 25 años apareció en la comisaría con su niño en brazos, ya desvanecido. De inmediato el sargento Góngora junto al oficial ayudante Oscar Ibáñez lo trasladaron al CEPSI en la unidad 794, mientras le realizaban tareas de reanimación.
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Los minutos pasaban y el niño no respondía. La desesperación de la madre hizo que los policías continuaran los ejercicios a través de la respiración boca a boca, y finalmente lograron despertarlo.
Una vez en el nosocomio, la doctora Roxana Gallardo lo estabilizó y le diagnosticó "asfixia por monóxido de carbono", momento en el que la madre de apellido Coronel recordó que al regresar a su casa en la calle Luis Vernet del barrio La Católico encontró al pequeño tirado en el piso al costado del brasero.
El pequeño Dylan quedó internado en observación junto a su madre, mientras que los guardianes del orden regresaron a la Comisaría. Esta es la tercera vez en el año que salvan la vida de menores en peligro.