Después de un largo trecho noviando con Andrés Calamaro, la modelo decidió hacerles pito catalán a los galanes argentinos y se enamoró de ¡un inglés! Sí, de un pianista de 42 años que le robó el corazón.
Ojalá que algún día el conflicto por las Islas Malvinas pueda ser resuelto en el ámbito diplomático, como corresponde. El mundo conoce bien cómo es la historia: desembarcaron con sus tropas en territorio argentino y se apoderaron de un extremo del patrimonio nacional. Digámoslo claramente: los ingleses son proclives a la usurpación. De mente colonizadora y guerrera. Pero lo peor es que no aparentan haberse conformado con apropiarse de tierras ajenas y de mirar para otro lado ante los reclamos, legítimos, que se vienen llevando adelante ante los organismos internacionales. ¡Ahora van por nuestras mujeres! Digamos basta. Hasta acá llegaron.
Lamentablemente, recién un par de décadas más adelante tal vez pueda sentirse el placer de saber que las Malvinas fueron restituidas a su verdadero dueño, el pueblo argentino, que representado por la valentía de sus soldados supo defenderlas aun en inferioridad de condiciones. O quizás no, pero el noviazgo de Micaela Breque (28) con James Rhodes, un pianista británico 14 años mayor que ella, refleja que la ambición y el caradurismo de los británicos no tienen límites. Hay libros que cuentan historias de amor que resultan fascinantes, protagonizadas por mujeres musulmanas y hombres católicos, guardiacárceles y presos y hasta curas y monjas. Sin embargo, acá la cosa es todavía más indignante. Con todos los argentinos facheros y metrosexuales que andan dando vueltas por Florida y Corrientes, ¡qué necesidad tenías, Micaela! Vos no habías nacido y él ya les preguntaba a sus papis por qué el ejército de su país lanzaba bombas para arrebatar un pedazo del mapa que nos pertenece. Es verdad que el espíritu de reconciliación jamás debe perderse, aunque en estas dos no negociamos. Y el que no salta, obvio, siempre será un inglés.