El santiagueño Darío Suarez es el primer sospechoso y aún no declaró ante el fiscal. Hay indicios que generan preocupación.
La investigación por la desaparición de Daiana Garnica se realiza en dos frentes. Por un lado, personal de la División Homicidios continúa realizando allanamientos y medidas para tratar de determinar qué paso con la joven de 17 años que se encuentra desaparecida desde hace ocho días. La otra batalla se presenta en Tribunales, donde serán indagados los 10 detenidos que hay en el caso y que podrían ser 12 si es que se entregan dos personas más que tienen pedido de detención.
La adolescente desapareció el sábado 13. Ese día, según se dedujo de los mensajes de celular de la jovencita, su vecino Darío Suárez le pidió que la acompañara para realizar una compra. Ella accedió y dejó su hogar. Desde ese momento, se desconoce su paradero.
El fiscal Claudio Bonari ordenó una nueva búsqueda en una cortada de ladrillos, donde trabaja el principal sospechoso. Los policías, al mando de los comisarios Hugo Cabezas, Sergio Juárez y Daniel Cuellar, acompañados por bioquímicos forenses de la fuerza, volvieron a analizar uno de los hornos que del lugar. Allí extrajeron muestras para ser analizadas. “Tenemos que examinarlos antes de definir de qué se tratan”, comentó una fuente.
Una de las pesquisas que manejan los investigadores es que Suárez podría haber acabado con la vida de Daiana y que podría haber quemado su cuerpo en uno de los hornos de la cortada.
Esa es la línea que llevó al fiscal pedir la detención de un tal “Sapo” Pacheco -compañero de trabajo de Suárez en la cortada y que estuvo el sábado en ese lugar junto a Darío- y Juan Salomón Mátar, dueño de la fábrica de ladrillos. Estos, según los pesquisas, se habrían encargado al menos de encubrir al principal sospechoso de la desaparición de la menor.
Bonari también ordenó la detención de los allegados del acusado. Ellos son sus hermanos César y Miriam Suárez (están siendo buscados otros dos más), Yanina Alejandra Villarreal (esposa del sospechoso) y su hermana Elena, Juana Rosa Funes (suegra del acusado), Mavi Castro (prima) y Carmen Santana (otra pareja del acusado). El fiscal cree que ellos podrían saber qué pasó con Daiana y por eso los acusó de encubrimiento.
Para respaldar esa teoría, los policías secuestraron más de 15 celulares en los allanamientos que realizaron. Ahora es necesario que se los analice para determinar si efectivamente mantuvieron algún tipo de comunicación con el principal sospechosos.
Ayer se esperaba que declaren varios de los detenidos, entre ellos Suárez. Todos fueron trasladados hasta tribunales a primera hora. Pero al cierre de esta edición, sólo había prestado declaración Mátar, quien habría negado su participación en el hecho.
Julieta Jorrat, defensora de todos los Suárez, se mostró sorprendida con la medida. “No entendemos los motivos de la demora para que se les tome la declaración. Hay dos hermanos que tienen pedido de detención y también deben declarar”, confió. Los familiares, en cambio, no ocultaban su malestar, ya que durante todo el día los aprehendidos no habían recibido alimento alguno.
Otra línea
Alejado del intenso movimiento de la fiscalía que conduce Bonari, otro grupo de investigadores trataba de sumar pruebas acerca de otra hipótesis: que Daiana habría sido entregada a una red de trata de personas por Suárez.
Las empresas de transporte de pasajeros de larga distancia ya habrían confirmado que ninguna persona con la identidad de la adolescente sacó un pasaje para viajar a otra provincia. Las imágenes de la Terminal de Ómnibus tampoco la registraron caminando en los últimos días por el lugar.
Al fiscal y a los investigadores les preocupa el hecho de que la joven se fue de su casa con lo puesto y sin dinero; que hayan pasado ocho días y que tampoco se haya comunicado.
Fuente: La Gaceta