Cuanto mayor era la ingesta de frutas y verduras, mayor parecía ser el efecto protector, según los datos de un estudio.
Comer por lo menos siete porciones diarias de frutas y verduras puede ofrecer la mejor oportunidad de retrasar la muerte por cualquier causa, según indica una investigación publicada en la edición digital de ‘Journal of Epidemiology and Community Health’. Incluso, las verduras pueden aportar una mayor protección que la fruta, sugieren los datos de este trabajo.
Una dieta rica en frutas y verduras se ha relacionado con una buena salud pero muchos de los estudios que se centran en esta asociación en gran medida se han llevado a cabo en personas que ya son propensas a estar pendientes de su salud. Aunque se recomienda un elevado consumo de frutas y verduras para mejorar la salud cardiovascular, la evidencia de su impacto en prevenir el cáncer, por ejemplo, está menos clara.
Por tanto, los autores de este estudio analizaron los datos de estilo de vida de más de 65.000 adultos seleccionados al azar de por lo menos 35 años derivados de las encuestas de salud nacionales anuales entre 2001 y 2008 que se realizan en Inglaterra. Además, se rastrearon las muertes registradas entre la muestra durante un promedio de 7,5 años.
Los encuestados dijeron que habían comido en promedio poco menos de cuatro porciones de frutas y verduras el día anterior. Durante el periodo de seguimiento, 4.399 personas murieron (el 6,7 por ciento de la muestra). El análisis reveló que el consumo de frutas y verduras se asocia con un menor riesgo de muerte, en general, y fallecimientos por enfermedades del corazón/derrame cerebral y cáncer, en particular.
Cuanto mayor era la ingesta de frutas y verduras, mayor parecía ser el efecto protector, según los datos del estudio. Comer por lo menos siete porciones diarias se relacionó con un 42 por ciento menos de riesgo de muerte por cualquier causa y un 25 y un 31 por ciento menos por cáncer y enfermedades del corazón/derrame cerebral, respectivamente, después de excluir las muertes en el primer año del periodo de seguimiento.
Las verduras pueden ser más protectoras, según sugieren las cifras: ingerir entre dos y tres porciones diarias estaba relacionado con un riesgo un 19 por ciento menor de muerte en comparación con un riesgo del 10 por ciento menor de la cantidad equivalente de fruta. Cada porción de ensalada o verduras parecía conferir un riesgo de entre un 12 y un 15 por ciento menor de muerte.
Alerta con la fruta en conserva.
Mientras que la fruta fresca y seca parecía frenar fuertemente el riesgo de muerte, una porción de fruta congelada/enlatada parecía aumentarla en un 17 por ciento, lo que médicos de salud pública de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, describen como “intrigante” en un editorial acompañante a los resultados del estudio.
Así, se preguntan si los azúcares añadidos en los productos de frutas procesadas podrían explicar este hallazgo. Estos expertos llegaron a la conclusión de que debe revisarse la tendencia de la dieta actual de incluir el consumo de frutos secos o fruta enlatada, batidos y zumos de frutas como formas de llegar al consumo de cinco porciones al día.
“Un zumo de naranja recién exprimido de 150 mililitros (13 gramos de azúcar); 30 gramos de higos secos (14 gramos de azúcar), 200 mililitros de un batido hecho con frutas y jugo de frutas (23 g de azúcar) y 80 gramos de ensalada de frutas en conserva (10 gramos de azúcar) contienen un total de unos 60 gramos de azúcar refinado. Esto es más que el azúcar en una botella de 500 ml de refresco de cola”, advierten.