Solo resta determinar si las muertes pudieron ser derivadas de una sobredosis o si fueron consecuencia directa de los empujones en Olavarría.
Informes periciales confirmaron que Juan Francisco Bulacio y Javier León, las dos víctimas fatales del recital de Carlos "Indio" Solari, habían consumido alcohol y drogas en dosis importantes y ahora resta determinar si, cuando se completen y reúnan todos los estudios derivados de la autopsia, las muertes pudieron ser derivadas de una sobredosis o fueron consecuencia directa de los empujones y presiones de un escenario con más del doble de las 155.000 personas que se fijó como capacidad máxima para el lugar.
El dictamen forense será determinante para que la fiscal Susana Alonso, a cargo de la investigación, determine la calificación de los hechos y con ello la imputación sobre los responsables. Vale recordar que ya ubicó a los hermanos Matías y Marcos Peuscovich, responsables de la producción del show del último sábado, en condición de sospechosos. Por ahora la carátula es averiguación de causales de muertes.
El peritaje toxicológico determinó que Javier León, el primero de los fallecidos identificados, tenía 1,70 gramos de alcohol por litro de sangre y 1,33 de marihuana. En el caso de Juan Francisco Bulacio, la proporción de alcohol era de 2,03 gramos por litro de sangre y de ,1,23 gramos de estupefacientes, en su caso con presencia detectada de marihuana y cocaína.
Informe toxicológico
El informe final sellará el derrotero del proceso judicial que en principio afrontarían los productores. Un camino que también mantiene complicado a Ezequiel Galli, el intendente de Olavarría que anoche declaró como testigo. Y que mantiene una sombra sobre el propio Solari, a quien además se investiga por sus vínculos con los hermanos Peuscovich.
La pesquisa trata de confirmar si el cantante tiene una responsabilidad en la organización más allá de ser la figura convocante de esta multitud, estimada en 300.000 a 400.000 personas, según distintas fuentes.
Las dos o al menos una de las muertes por situaciones traumáticas derivadas del desarrollo del recital comprometerían a los imputados. En caso que los fallecimientos fueran por sobredosis los cargos por afrontar se limitarían a la falta y falla de controles en la organización del espectáculo.