Una de sus tesis es que la santiagueña falleció en la habitación y fue trasladada hasta el cuarto de baño.
Los investigadores de la muerte de la santiagueña Lorena Mazzeo sostienen que la mujer no falleció como consecuencia de la constricción del cuello por el uso de la manguera de la ducha. Esta conclusión se basa en que el cadáver de la víctima no tenía signos vitales en las arterias carótidas. El resultado de la autopsia reveló que la mujer murió por asfixia. Sin embargo, la ausencia de lesiones llamó poderosamente la atención no solo a los forenses sino a los propios agentes de policía.
El detenido por la presunta muerte de la mujer, el militar Félix Daza Cabeza, que se encuentra en prisión por un presunto delito de homicidio, declaró el pasado jueves ante la juez que lleva el caso, que fue un accidente cuando ambos se encontraban en el interior de la bañera y Lorena le pidió que le enrollara la manguera de la ducha en el cuello. En idénticos términos se expresó su abogado, Julian de Martín Muñoz, que definió el suceso de "desgraciado accidente".
Félix se acogió tras su detención, el pasado mes de enero, a su derecho de no declarar ni en la Comisaría de Policía de Puerto del Rosario ni ante la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Puerto de la localidad de Rosario, Ana Moreno Valenciano. Sin embargo, 39 días después de su detención decide comparecer de forma voluntaria para prestar declaración en relación con la muerte de Lorena.
Lorena fue encontrada muerta a finales del pasado mes de octubre en su vivienda en Islas Canarias, España. Los bomberos la localizaron en el interior de la bañera con el cordón de la ducha en torno a su cuello.
La sospecha de que la muerte fue violenta se acrecentó cuando los agentes del Grupo de Homicidio y de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) descubren en la primera inspección ocular que se habían borrado todas las huellas en el interior del inmueble, además de no existir signos de desorden. Además, del lugar de los hechos también desapareció la ropa interior de la cama, los celulares de la víctima y otros efectos personales.
Los investigadores no descartan que la muerte de Lorena se produjera en el dormitorio y que "fuera trasladada hasta el baño con la intención de reanimarla o de preparar el escenario para simular una muerte voluntaria, enmascarar la escena del crimen y entorpecedor la investigación policial", apuntaron a este periódico fuentes oficiales.
Félix Daza mantuvo ante la juez que estando con Lorena en el interior del baño "se resbaló y se dio un golpe contra la esquina de la bañera, que está pegando a la pared, y por eso tenía sangre en la boca". Además, añadió, que "no fue a la Policía por miedo".
En el entorno de amistades de Lorena no se entiende cómo el militar, detenido presuntamente por su muerte, no procedió a reanimarla o bien llamar a los servicios de urgencias para que la atendieran. "Es un militar profesional, entrenado no solo para garantizar la seguridad de los ciudadanos sino que lo instruyen en primeros auxilios y actuar en estos escenarios". También, apuntan, que "nos sorprende que si fue un accidente no haya ido a la Policía y esperó dos meses a que lo detuvieran".