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Espectaculos

Noelia Marzol: "Voy al extremo que no me gusta ni bañarme"

Bella y carismática sobre el escenario, la actriz de Los Corruptelli se ríe de sí misma. Se reconoce más amiga de los hombres que de las mujeres pero no tiene novio: "Cumplí treinta y ya me estoy desesperando un poco", dice.

13/02/2017

Medidas perfectas, rasgos armoniosos y sonrisa que enamora. Arriba y abajo del escenario, Noelia Marzol (30) es una bomba. La actriz de Los Corruptelli, en el Teatro Bar, confía sus debilidades lejos de los maquillajes, la peluquería y la ropa de moda. Y se reconoce poco femenina. “Soy más Noelio que Noelia. Amo estar en patas. Me crié en el campo, en la localidad de Iriarte, provincia de Buenos Aires. Vivía haciendo asados, jugando al fútbol debajo de la lluvia, ordeñando vacas. Ahora sé que es importante lo estético para nuestro trabajo, entonces me pongo las pilas. Pero prefiero muchísimo más estar en patas, sin maquillaje, que me respire la piel, hay días que ya me duele la cara. A veces, me pregunto cuándo será el día en que no me tenga que maquillar. También amo estar despeinada, meterme al mar. A veces, voy al extremo de que no me gusta ni bañarme. Tengo un gran amor por la naturaleza. En mi casa tengo una huerta que la hice y cuido yo. Planté lechuga, rúcula, zanahoria, tomate. Especias, orégano, romero, perejil, menta. Consumo cosas de mi huerta, pero también de cualquier otro lado, no voy a ser tan trucha de decir algo que no es. No tener historia con las comidas es muy de gaucha, también. Me gusta mucho estar en familia. Me crié con mis primos, todos varones. La mayoría de mis amigos son hombres. Más de tres mujeres en un grupo es para quilombo. Tengo mis amigas de toda la vida, las que traigo desde la infancia, pero me llevo mejor con los hombres”, se sinceró la bomba sexy.

–Los hombres tienen esperanzas con vos, ¿estás soltera?

–En este momento, sí. Estoy bien, tranquila, con muchísimo trabajo y no hay tiempo para dedicarles a los hombres. Encima, están terribles. Hace pocos días me enteré de que se separó una amiga y todavía no lo puedo creer. No hay gente más buena que mi amiga Carolina y no puedo creer que se haya separado. Los hombres están fatales. No sé si son infieles, tienen inseguridades o ven que la mujer está compitiendo mucho al mismo nivel. No sé muy bien de qué se trata el problema pero no estaría consiguiendo un compañero adecuado para mí. No me preocupa si en el verano me pongo o no de novia. Estoy disfrutando de estar en la villa sola. Y cuando llegue el amor, que llegue.

–Entonces, ¿estás predispuesta?

–Obviamente, quiero tener hijos. No sé si casarme pero sí tener mi familia y, en algún momento, relajarme. Lo artístico no lo dejaría ni loca. Mi pareja tiene que ser alguien que me acepte así, tal cual soy. Llegará cuando tenga que llegar. Igual, ya cumplí treinta años, me estoy desesperando un poco. Las mujeres de treinta y pico tenemos que sentarnos a pensar y hablar sobre qué está pasando