La modelo está en pareja con un joven de 22 años que juega al fútbol y practica Surf. Se conocieron por amigos en común y duermen juntos varias veces por semana.
La verdad siempre sale a la luz. A veces hay que esperar un poco, en otras oportunidades, el secreto se revela con fluidez.
Si bien la vida sentimental de Karina Jelinek siempre fue un misterio luego del casamiento y el posterior divorcio de Leonardo Fariña tras un gran operativo de prensa detrás, la morocha nunca más blanqueó una re lación y tildó a todos los hombres con la que se la vinculó como amigos, repitien do en muchas oportunidades que “nos estamos conociendo” .
Si bien en las últimas semanas aparecieron fotografías de la modelo con su última relación, Albi, la verdadera pareja, un joven que conquistó su corazón y con el cual duerme varias noches por semana en su departamento. Su nombre es Ignacio Montero, le dicen Nacho, tiene 22 años, y es muy alto, mide 1.90. Se conocieron a través de amigos en común y ella está fascinada con su “lomazo”.
El joven tiene un hermano mayor de 29 y una hermana de 26. Vive en Barrio Norte, juega al fútbol en CUBA y practica surf. Es muy compinche de Luciano Montero, su padre, y de su mamá, bioquímica.
Fanático de River, recientemente volvió de Madrid, donde hizo un intercambio cultural. Aunque todavía no aparecieron fotos juntos, los tortolitos se arriesgan y salen a bailar pero siempre se encuentran con otros amigos y hay uno que especialmente paga las consumiciones, que no bajan de los diez mil pesos la noche. Recordemos que Jelinek es muy directa cuando tiene que trasmitir detalles de su vida. Hace tiempo contó: “Desde los 17 siempre estuve de novia y con todos quedé amiga, porque tuve relaciones sanas. No me hizo falta salir con un millonario para estar bien, trabajo desde los 16 y me mantengo sola, soy muy independiente, puedo ayudar con eso a mi familia y nunca protagonicé un escándalo”, agregó.
También reconoce que en general la critican: “Siempre cuestionan a las personas con las que salí, salga con quien salga hablan de mí . Después de todo, qué importa con quién salgo, hay tantas cosas más importantes, lo sé y yo tengo derecho a conocer a quién quiera, aunque me equivoque o me enamore de alguien trece años menor”.