La morocha se luce como una de las protagonistas de La Gran Revista de Mar del Plata, la obra de Carmen Barbieri. Se emociona y sonríe cada vez que nombra a su hija y disfruta de la soltería.
Fue a una audición, a otra, golpeó puertas y se presentó a cuanto casting había. Sus comienzos no fueron fáciles y, como cualquier hijo de vecino, tuvo que remarla para llegar adonde está. A base de sacrificio, empeño y tesón para no bajar los brazos ante el primer no y confiar en sus cualidades, Barby Silenzi (33) llegó a la cúspide. Hoy su nombre tiene peso propio. En su cabeza está el compromiso por el trabajo y la familia. Dos cualidades que la acompañan y marcan qué clase de persona es. Frontal, directa, esta morocha de curvas delineadas disfruta del presente al lado de su hija Elena, la luz de sus ojos y su gran amor. “El año pasado fue alucinante. La verdad es que colmó mis expectativas, me sentí plena y feliz. Por suerte 2017 lo arranqué igual, con mucho trabajo y disfrutando de La Gran Revista de Mar del Plata. Estoy con la persona que más amo en el mundo, con mi hija y no puedo pedir más. Nos vinimos las dos solitas a Mardel, en avión, fue un quilombo, por las valijas, pero feliz. Ella me acompaña y se adapta súper bien a todos los cambios que sufre por tener una cama que por el trabajo anda de acá para allá”.
–Fuiste la primera convocada por Carmen Barbieri, una capocómica que del género revista sabe como pocas, ¿qué te genera?
–Primero, orgullo. Siempre quise trabajar con ella, de hecho siempre audicioné para sus espectáculos, pero por una cuestión de altura no quedaba. Por algo llegó la oportunidad ahora. Estoy en un momento en el que me siento segura y en mi mejor momento. A Carmen la admiro muchísimo como artista, y a la vez me identifico por lo que es como mujer, por su lucha y cómo en su momento más difícil salió adelante como una leona.
–¿Cómo es tu relación con tu compañero Santiago Bal?
–Es un señor. La verdad es que nunca me acosó ni me tiró ninguna indirecta, como suelen decir algunas chicas que trabajaron con él. Al contrario, se porta muy bien y siempre tiene una palabra de aliento.
–Te costó consagrarte y tener el reconocimiento que buscabas, hiciste un trabajo de hormiga, ¿se disfruta más?
–La verdad que sí. Hoy me paro y miro para atrás, me acuerdo de los casting, de hacer teatro independiente, cosas chiquitas, y verme ahora, con lo que fue ShowMatch y ahora trabajar con Carmen es un mimo para el alma. Y poder compartir este gran momento con Elenita es como el combo perfecto. Creo que es una enseñanza. Es decir no bajes los brazos porque al final del camino el éxito te está esperando.
–Sos una de las mujeres más deseadas, pero a la vez estás sola, ¿cómo se entiende?
–No sabía que era tan deseada. Creo que es porque no estoy pendiente ni desesperada por tener novio. No es que me levanto y me acuesto con esa idea en la cabeza. Cuando menos lo buscás es cuando aparece la persona indicada. Estoy en una etapa en la que no quiero estar con cualquiera, tengo una hija y cuando esté con alguien tiene que ser algo serio.
–La gente piensa que los famosos tienen sexo todo los días, ¿cómo es tu experiencia?
–Le voy a contar a la gente que eso es un mito, al menos en mi caso. No quiero hablar mucho de mi intimidad, sólo voy a decir que una nunca está sola, no es que tengo abstinencia, siempre alguien cerca hay, por más que no tenga el título de novio. De todas maneras, estoy muy abocada a mi hija, a la crianza de ella y no tengo mucho tiempo para conocer gente.
–¿Seguís fastidiada por la relación que tiene Francisco Delgado con su hija?
–La relación no está muy bien entre nosotros y casi ni hablamos. Esto me tiene algo angustiada. No siento amor ni nada por el estilo, que quede claro. Voy más allá, a Elenita. Por un lado digo: él se lo pierde, la nena aprende cosas nuevas, está creciendo y eso él no lo ve. Por otro lado, me da pena que la nena crezca sin tener a su padre cerca. Hace mucho que no la ve, y eso me pone mal por ella.
–Los fans hacen fuerza para que entre vos y el Polaco se forme una pareja…
–Bueno, pero somos amigos y nos queremos mucho. De todas maneras nunca se sabe, el tiempo dirá…
–Ya estuvieron juntos, están más cerca de formalizar…
–Eso fue en el invierno, hacía mucho frío y bueno… nos dimos calor (risas). Fue eso, nada más, no saquen otras conclusiones, no somos novios.
–El Polaco o Francisco, ¿quién es mejor amante?
–Los dos, un 10. Aunque no me gusta calificar, sólo voy a decir que son muy buenos los dos.