Tras renunciar al programa, la bella rubia regresó a Combate apoyada y avalada por el voto de la gente. Feliz con el presente laboral, y tras rechazar dos grandes propuestas para hacer teatro en temporada de verano, la bellísima ídola marplatense disfruta de su apasionada relación con Pitu Blázquez.
Luego de renunciar a Combate, programa que la llevó a la fama y donde encontró el amor, la rubia aceptó el desafío de ir al teléfono y que la gente decida si podía volver al ciclo de competencias. ¿El resultado? Un porcentaje aplastante a favor. Con el 62% de votos del público, Micaela Viciconte (27) regresó al reality de Canal 9 y, sostenida por semejante apoyo popular, arrancó: “Al irme y volver me tengo que adaptar de nuevo a muchas cosas, y el clima no está muy copado. Había mucha alegría y cuando llegué se fue, y ahora hay mucha bronca. Del otro lado hay bronca, envidia, resentimiento. ¡Hay de todo! Pero que cada uno se haga cargo de lo que siente”.
–En el debate previo a tu ingreso te enfrentaste a Flor Vigna, ella se terminó quebrando y algunos entendieron que se quedó sin argumentos.
–Sí. No sé por qué se largó a llorar porque nadie la estaba atacando. Simplemente estaba defendiéndome de lo que ella dijo en Showmatch de que me habían sacado de Combate por agresión o malos tratos, y eso no fue así. Entonces le pedí que en el ámbito de trabajo diga eso mismo a ver si se animaba a mentir. Si me hubiesen echado, claramente no estaría otra vez en Combate.
–¿Creés que se puso a llorar de los nervios?
–Habrá pensado “me hago la víctima a ver si funciona”.
–¿En el verano seguís con el programa?
–Sí, hasta marzo. ¿Vacaciones? Tengo unos días a fines de diciembre que nos vamos con Pitu y su familia a un crucero.
–¿El no quiso volver a Combate?
–No sabe si se va a hacer temporada. No es que no quiso volver sino que se veía complicado y para más adelante ya verá. Me encantaría que entrara de vuelta.
–¿Sentís que te falta ese compañero en el programa?
–Sí, obvio. Más que nada para el juego, porque es un pilar importante. El me aconsejaba y me defendía. ¡Era el mejor jugador! No se debería haber ido nunca.
–Se viene el verano… ¿no te llegaron propuestas para hacer teatro?
–Dos, una para Mar del Plata y otra para Buenos Aires, pero para la de acá no me daban los tiempos porque Combate va a estar viernes, sábados y domingos a la noche. La propuesta me gustaba, era un desafío para una obra muy importante. No actúo pero me gustó el guión. El destino quiere que siga en Combate.
–¿Y televisión?
–Fui a un casting para ser la notera de un programa que va a salir en Telefe pero por lo visto no he quedado y hay que seguir intentando. Son cosas que pasan. Es mi segundo casting. Hice cuatro programas en la co-conducción de Los 40 Music Awards, con el Pollo Alvarez.
–En el momento de competir, cuando te toca enfrentarte con Flor Vigna, ¿sentís que se olvida de que es un juego y hay otro tipo de fuerza?
–En un momento vi que tuvo malas intenciones, cuando me pegó una patada en el pecho, y me quejé por eso. Ahora veremos cómo es esta nueva etapa. Debería estar tranquila por el bienestar del otro. No podés pegar así por más bronca que tengas, dejala de lado, que estamos jugando. Esperemos que no venga con esa intención. Si la lesiono se queda sin final del Bailando, sin Combate, y no soy ese tipo de persona. La puedo lastimar sin querer, pero nada es con intención. De parte de ella he recibido golpes, muchos con mala intención.
–Fuera del trabajo, con tantos fanáticos, ¿podés tener una vida normal e ir al súper, por ejemplo?
–Si vienen con respeto no me molesta. Me ha pasado de ir al chino que está frente a casa a comprar milanesas y que me pidan fotos. ¡Está buenísimo! Es parte de lo que uno trabaja.
–Lejos de ser celoso, Pitu te filma en tus producciones donde estás sexy y comparte las imágenes…
–Lo que son celos ya lo viví en una relación con alguien que no tiene que ver con el medio y es difícil que lo entienda. Pueden flashear cualquier cosa. Pero ahora, gracias a Dios, estoy con una persona que confía, que está en el medio. Lo importante es confiar. Pitu no me hace drama. Yo era celosa antes, insegura, y hoy entendí que tiene que haber confianza. Si algo va a pasar, pasará. Estoy muy metida en mi trabajo y si me enrollo con esas cosas me llenaría de energía negativa.
–Se sabe que estás en pareja, ¿se frenó un poco el caudal de mensajes de hombres e invitaciones que te llegaban?
–Creo que al hombre desubicado no le importa, total al no ya lo tiene. Y el hombre que tiene códigos y valores no escribe más. Otros escriben y se tiran el lance.
–Cambiando de tema, en cuanto a tu cuerpo, ¿no tenés ninguna cirugía?
–No, claramente se nota que es todo natural (se ríe). En un momento me quise retocar la nariz. Me agarró el ataque pero al final no me animé. ¡Ni lolas me hice! Así como las ven, son mías. Me dan un poco de miedo las operaciones. Tal vez el día de mañana tenga hijos y me tenga que levantar un poco el busto.
–¿Tener hijos lo ves como un deseo cercano?
–Me gustaría, me encantaría ser madre de varios pero hoy lo veo difícil porque automáticamente me quedaría sin laburo. Pero el día de mañana sí, me encantaría tener mis hijos, mi casa, mi familia…