A días de reponerse de un tumor en el pecho, la actriz cuenta cómo su esposo, Mauro Zárate, cooperó en su recuperación y adelanta sus planes de dar vida.
En agosto, tras un estudio de rutina, Natalie Weber (28) recibió una impensada noticia. En su lola izquierda le detectaron un tumor que la puso de cara a la enfermedad. Y la esposa de Mauro Zárate, el delantero del Fiorentina (en Italia), y mamá de Mía y Rocco, enfrentó una larga operación que le quitó el mal. Después de la recuperación, peleó contra la tristeza que le impuso la espera del resultado de la biopsia.
Y con el alta en sus manos, siguió la recomendación de cumplir un mes con sesiones de quimio, que terminó a mediados de noviembre, en el Hospital Alemán. Durante toda la difícil etapa, el jugador de fútbol ofició de fiel compañero, sostén y ayuda imprescindible. “La enfermedad nos unió mucho más con Mauro, nos pegó muy fuerte a los dos. Fue tan difícil, pero juntos la vencimos. Pasar por algo como esto te ayuda a valorar un montón de cosas. Después de haber sentido y estado tan cerca de la muerte, me gustaría volver a dar vida, tengo esa necesidad. Como el resultado me dio que soy hormonalmente negativa, no tengo que tomar medicación y sólo hay que esperar un año para buscar un bebé. En septiembre del año que viene, ya estaría en condiciones de hacerlo. Si bien no es algo que vamos a concretar de forma inmediata, está en nuestros planes. No hay palabras que puedan describir la felicidad que siento de estar viva y sana. ¡Terminó mi pesadilla! Ahora, hasta fines de mayo, no tengo que volver al médico. En ese entonces me harán controles ginecológicos como a cualquier mujer. A diferencia de otros casos que pasan por la misma enfermedad, no adelgacé ni me puse ojerosa. Lo que sí, por los rayos, estoy más cansada y la zona irradiada estaba coloradita”. Un brindis por la recuperación.