La bailarina y su pareja están buscando un hijo desde hace muchísimo tiempo. Si bien no baja los brazos, esta situación la está desesperando.
A dos pasos de entrar en la cuarta década, su deseo de ser madre crece a pasos agigantados. No es la primera vez que Adabel Guerrero manifiesta su profundo deseo de formar una familia. Junto a su pareja, Martín Lamela, están buscando un hijo desde hace muchísimo tiempo. Si bien se habían separado, el deseo de ser padres los volvió a unir. Ahora, están más en sintonía que nunca.
Para sorpresa de muchos, la bailarina reveló que está intentando convertirse en madre desde hace varios años. No puede borrar de su mente que los 40 se acercan, vive esta situación con ansiedad y angustia. "Por momentos me genera presión ser mamá. Ya estoy pisando los 40 y si bien me siento joven, hay un tema biológico que no puedo ignorar. Las mujeres nacemos con cierta cantidad de óvulos y cuando se terminan, se terminan. O se ponen viejos y ya es muy difícil quedar embarazada. ¿Si pensé en congelar óvulos? Sí, pero todavía no averigüé para hacerlo. Si se sigue posponiendo la maternidad lo voy a hacer porque por lo menos un hijo propio quiero tener. Y si no llega, recurriremos a la adopción", le confesó la morocha a la revista Pronto y agregó: "Me hice todos los estudios que te imagines, y me dieron bien. Así que el próximo paso es averiguar para inseminarme. Con Martín vamos a elegir un centro de fertilidad para comenzar un tratamiento".
A la ansiedad que provoca la búsqueda, Adabel le suma una duda que no la deja dormir: ¿estuvo embarazada anteriormente? "Soy muy regular y solamente una vez tuve un atraso de 15 días. Hace tres temporadas, en Carlos Paz, me rompí los dedos contra el piso haciendo un truco en Stravaganza. El dolor era tremendo, pero igual seguí haciendo las funciones. Eso me estresó mucho y con Martín pensamos que ahí quizá pude haber estado embarazada. Una vidente me dijo que hacía poco había quedado embarazada y perdido el bebé", reveló.
La ganas de convertirse en madre son tan grandes como el amor que Adabel siente por su pareja. Si bien la búsqueda le provoca ansiedad, su amor la acompaña y no la deja rendirse. Sea como sea, están dispuestos a cumplir su sueño: formar una familia. El amor, todo lo puede.