Te invitamos a leer la bella historia de este perrito cuya sonrisa conquistó el corazón de su dueña.
Son muchas las personas que sin importar las condiciones en las que esté un animal lo adoptan y lo vuelven parte su familia, aunque eso implique tener un cambio en su cotidianidad.
Alison O’Connor es una mujer que necesita ayudar a su prójimo para sentirse bien consigo misma; durante el día es una terapeuta para personas con necesidades especiales. Pero también ha tomado un interés particular en los perros con necesidades especiales.
“Mi último perro Petey tenía demencia (…) se requiere una gran cantidad de atención. Fue muy doloroso y triste, pero se convirtió en una especie de mi rutina diaria (…) Petey murió en 2014, dejando un enorme agujero en mi vida, deseaba desesperadamente a alguien más para cuidar”, dijo O’Connor.
Cuando una mujer de la estadounidense Asociación de Malta Rescate (Amar) preguntó O’Connor si quería fomentar un perro que tenía problemas renales, O’Connor no podía decir “sí” lo suficientemente rápido.
“Yo ni siquiera la había visto todavía (…) era necesario someterlo a una cirugía en un hospital especializado. Creo que siempre supe que iba a mantenerla (…) lo nombre Pez y noté algo inusual, tenía un hocico de aspecto gracioso con una fila de dientes snaggly, que es como una especie de paladar hendido, pero en realidad lo tiene cerrado”, manifestó.
Para O’Connor, Pez parece estar constantemente sonriendo: “Literalmente, cada vez que la miro, mi corazón explota”.
La cara divertida de Pez no causa ningún problema de salud en ella, lo único es que sus riñones, no están conectados correctamente a la vejiga debido a un defecto de nacimiento. “A pesar de que Pez ha tenido una cirugía para tratar de corregir esto, ella sigue siendo incontinente, por lo que la mantengo con pañales la mayoría de las veces”.