La conductora redujo el tamaño de sus lolas de 95 a 85 sólo por una cuestión estética y está feliz con el resultado. "Me reconozco y me siento muy cómoda", admitió.
Si hay algo que tiene Jimena Cyrulnik (39) es carácter. Una idea le rondaba desde hacía tiempo, así que –después de pensarlo muy bien– tomó la decisión. Lo conversó con su esposo, el fotógrafo Lucas Kirby, que –aunque no estuvo de acuerdo– no logró torcer su voluntad: la conductora reduciría el tamaño de sus lolas de 95 a 85.
Entonces se puso en manos del doctor Juan Manuel Seren, quien le realizó la intervención y el resultado la tiene de lo más contenta. “Estoy feliz. Siento que me reencontré con mi cuerpo. La verdad es que me reconozco, me siento cómoda y estoy muy contenta con el resultado”, dijo.
–Teniendo a tu esposo en contra, ¿te costó tomar la decisión?
–No, porque era una decisión tomada desde hace mucho, y sobre mi cuerpo mando únicamente yo. Aunque esté casada, mi cuerpo es mío y soy la que toma decisiones sobre él. Lucas pensó que iba a quedar muy chata y finalmente no fue así, entonces está contento con lo que ve.
–¿Qué cambios notás en tu vida diaria?
–Hay un montón de ropa que tenía separada para cuando me sacara las lolas. Yo soy chica de hombros, entonces había camisas que me iban bien de hombros, pero no me cerraban de lolas y ahora las puedo usar, camisetas que eran medio cavadas en las axilas y tampoco usaba... Ahora me siento mucho mejor.
–¿Cómo fue el primer encuentro sexual?
–El médico todavía no me habilitó. Pasó un mes exacto de la operación y todavía los puntos internos no están cicatrizados.
–Tus hijos, Calder (7) y Tyrone (2 años y medio) , ¿te preguntaron de qué te operaron? ¿Cómo les explicaste?
–A mis hijos no les expliqué. Una vez que me operé les dije que me había lastimado y que me estaba curando las tetas, para que entiendan que estaba haciendo un posoperatorio, pero no les di demasiadas explicaciones.
–¿Ya volviste a todas tus actividades?
–A mis actividades laborales volví a todas. Estoy en la radio de lunes a viernes con Diego Moranzoni, en Late, que es FM 93.1, haciendo Mediodía imperfecto. Ahí me tomé una semana. Y en Ponele la firma, con Polino, no falté porque me operé un lunes, así que al otro domingo quietita, pero ya estaba ahí. Lo que todavía no puedo hacer es actividad física.
–¿Tenés algún otro proyecto laboral?
–Yo estoy muy contenta con la radio, es como mi nuevo amor. ¡Estoy enamorada de la radio! La paso muy bien, voy muy feliz al laburo. Después, además tengo un proyecto personal para hacer un documental de tatuajes y hay otra cosa en cable, pero hay que esperar. Me encanta hacer radio y tele los domingos.
–Tenés tus dos varoncitos, ¿buscarán la nena?
–Recién estoy volviendo a recuperar mi cuerpo de antes de la maternidad. Tengo ganas de la nena, pero por ahora vamos a esperar.
Jimena es vivaz, enérgica y deja en claro que tiene personalidad. Cuando las chicas de la tele buscan ponerse lolas y exhibirse, ella se diferencia oyendo su voz interior. Porque sí, señores, parece que sin tetas hay paraíso.