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Espectaculos

María Sol Pérez, la diosa del clima, en una producción hot

Comenzó en los medios hace cuatro años y de ahí María Sol Pérez (23) se consagró en las redes sociales.

07/10/2016

Exparticipante de la primera y tercera generación de Combate, y encargada de dar el pronóstico del tiempo en Sportia (lunes a sábados a las 8, por TyC Sports), la bellísima rubia luce un currículum con una cursada de Abogacía en la facultad de Derecho en la UBA, en donde ya está en condiciones de tramitar el diploma de Bachiller Universitario en Derecho, y le quedan menos de dos años para obtener la ansiada licenciatura.

“¿Cómo me definiría? Hago campañas como modelo para algunas marcas de ropa, pero ahora estoy incursionando en el periodismo y me quiero preparar para eso. Estudio Derecho, pero me atrasé un poco este año porque estoy haciendo Hagan juego en las madrugadas de Crónica TV y se me complicaban los tiempos porque entro a las 6 de la mañana a TyC Sports”, asegura la hincha de River, después de posar en bikini para una producción de fotos infartante, y sonrojarse ante la ineludible comparación con Alejandra Maglietti.

-A tus tiernos 19 años, trabajando bajo el ala protectora del hermano de tu papá, ¿los basquetbolistas se te tiraban lances?

-Ja, ja. No dejan de querer seducirte ni aunque seas chica ni porque tengas novio. ¡Ni los basquetbolistas ni ninguno! Los conozco porque vienen al programa o me invitan a eventos, fui a ver partidos. Con algunos tengo más relación y con otros, menos, pero me llevo bien con todos. Son un mundo aparte. Nunca estuve de novia con una persona conocida. Hablé con algún que otro basquetbolista, pero nunca salí con uno.

-En comparación con los futbolistas, ¿quiénes son peores?

-¡Los futbolistas! Son mucho más babosos que los de jugadores de básquet. Si bien todo el mundo sabe todo de todos, porque el ambiente es chico, no les importa mucho si ellos están en pareja o vos salís con un colega.

-¿Llegaron a hacerte propuestas indecentes?

-Sí, la gente que no es conocida mandas fotos de sus partes a Instagram o Twitter. Trabajando en el medio también es normal que pase que los deportistas se pasen de vivos. Me ha pasado de que me manden mensajes jugadores que están en pareja con mujeres que conozco. Yo elijo no contestarles y evitarme líos.

-¿Estás sola?

-Estoy de novia hace dos años con un delantero de Chacarita, Jeremías Ugo Carabelli (23). Por el momento, él vive con su mamá y su hermano, y yo con mis papás. Más adelante veremos, porque por ahora estamos bien así, pero obvio que me encantaría casarme y tener hijos con él. ¡Ya elegí mi vestido de novia! De ahí a que pase, falta mucho.

-¿Cómo manejan los celos en la pareja?

-Antes era muy celosa, ahora ya no tanto. Pasa que Jere no es tan famoso, todavía no se le dio la oportunidad de jugar con continuidad, la está remando. Por ahora no se le tiran las chicas en masa. Obvio que hay algunas que piensan que si salen con un jugador se salvan y un montón de veces le mandaron fotos en bolas a su Instagram. ¡Y eso que no es conocido! No me quiero imaginar lo que pasará con los de Primera. Y la verdad que si te quieren engañar, te engañan igual, eso depende de la persona. En cambio, él a mí no me da bola con el tema de los celos. Lo que más sufre son las cargadas de los amigos, las cuestiones del vestuario cuando salen fotos mías, como ahora.... Pero él se lo toma con naturalidad. La cosa es que yo en mi vida diaria no soy una femme fatal, sino que me visto normal, como cualquier otra chica que va a la facu. Cuando voy a la cancha a verlo, me joden con que parezco un pibito.

-¿Cómo lo conociste?

-Una noche hace algo más de dos años fui a bailar con mis amigas de patín a un boliche que se llama Pure, donde no va gente del ambiente ni es nada muy excéntrico, y él fue a bailar con sus amigos del colegio. Ni siquiera me vino a hablar él, sino un amigo. Cuando me fui del boliche, salió corriendo a pedirme el número de teléfono y al tiempo salimos a cenar. Desde entonces estamos juntos. Al principio lo hice remar bastante hasta que nos pusimos de novios formalmente.

-Entonces, ¿ni vos lo conocías como deportista famoso ni él a vos por tu rol televisivo?

-Yo en ese momento sólo trabajaba los sábados en Uno contra uno, había tenido un corto paso por la primera generación de Combate y no me registraba, y yo a él tampoco. Además, a él recién lo habían transferido de Excursionistas a Chacarita. Cuando su amigo vino a hablarme, chapeó con que Jeremías jugaba en Chaca. Al momento de pedirme el teléfono me preguntó qué hacía yo y le conté que estaba en la tele. Nos fuimos acostumbrando.

-¿Qué recuerdos tenés de Micaela Viciconte y Florencia Vigna de tu paso por Combate?

-Las dos son muy buenas personas, creo que más allá de la televisión, afuera no hay rivalidad, me parece que es más una cuestión de juego. Me tocó jugar en el equipo con Flor, pero siempre me llevé bien con Mica, es más, sigo hablando con Mica cada tanto. Tengo buena onda con las dos. Me fui de Combate justamente porque no me gustaban las peleas, no quería montar un personaje de mediática, sino ser natural como soy sin andar mostrando las miserias.

-¿Cómo lograste ese el lomazo?

-(Risas) Desde chica, a los 16 años, en la plaza me chiflaban con mi mamá al lado y se preguntaban si tenía la cola operada. Mi mamá se re calentaba, también me gritaban en la plaza. Pasa que es hereditario y que desde los cinco años arranqué jugando al voley, después hice gimnasia artística. Hasta que a eso de los 12 empecé a hacer patín, que fue cuando hice el cambio más drástico porque me crecieron las piernas, y dos años después iba al gimnasio periódicamente. Eso sí, a los 19 años, antes de debutar en televisión, me operé las lolas. Lo único que me hice.

-¿Cómo lo mantenés?

-Hago patín de vez en cuando, voy al gimnasio, aunque no como antes. Por un lado no me puedo quedar mucho quieta, y por el otro al trabajar en el medio una siempre tiene que estar en forma. En cuanto a la comida, como de todo sin irme al pasto. Me doy los gustos, pero medido.

-¿Cómo te ves a fututo?

-Tengo propuestas laborales y estoy abierta, pero por ahora quiero aprovechar esto que me gusta, me siento cómoda y me permite estudiar. Me quiero recibir de abogada penalista, soy justiciera y no me quedo callada nunca, pero no me veo ejerciendo la profesión. Si bien todo lo que son las plumas me divierten, ahora me veo más encaminada para el rumbo de la conducción, más que nada porque no me gusta lo mediático.