La canciller argentina dio su visión geopolítica y expresó que ser titular de la ONU le daría un importante lugar al país en el mundo
La reciente victoria del "No" en la votación del plebiscito en Colombia que refrendaría el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC tomó por sorpresa a toda la región, que proyectaba cambios a partir de la finalización del último conflicto bélico en Sudamérica.
Comparando ese plebiscito con la votación del Brexit, la canciller Susana Malcorra dijo en diálogo con Carlos Pagni en TN que "le quitaría dramatismo" a lo sucedido. "No creo que hayan votado por el 'No' a la paz, sino que tenían distintas lecturas del acuerdo. Ahora las partes tienen que sentarse a la mesa para ajustar los acuerdos", manifestó.
"Voy a dar una declaración políticamente incorrecta: no creo en los plebiscitos y en los referéndums. Lo del Brexit, que estuvo contaminado por un montón de factores, en parte por los refugiados, llevó a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Una herramienta de la democracia es la consulta, pero la consulta vinculante es sumamente peligrosa y genera vaivenes", dijo Malcorra.
En medio del limbo en el que se encuentra esa negociación en Colombia, la Argentina recibió al presidente brasileño, Michel Temer , que estuvo en Buenos Aires para reunirse con el presidente Mauricio Macri con la idea de avanzar con la agenda de los dos países que, para la canciller Susana Malcorra, son "socios inexorables, más allá de las ideologías".
La canciller argentina dio su visión geopolítica con especial énfasis en la reciente inserción del país en el mundo a nivel económico, en medio de su propia campaña para suceder a Ban Ki-Moon en la secretaría general de la ONU, habló sobre los acuerdos comerciales entre el Mercosur y Europa y destacó sus funciones ante la polémica suscitada por el acuerdo conjunto firmado semanas atrás con Inglaterra.
Malcorra expresó que la intención del Gobierno era sentarse a discutir "de todo, incluyendo el tema Malvinas", a pesar de las feroces críticas recibidas por sectores de la oposición.
"Esto ha generado una reacción muy grande, que tiene un enorme contenido emocional, pero yo como canciller tengo la obligación de llevar un diálogo que nos permita llevar adelante, de la mejor forma, todas estas cuestiones", aseguró.
La diplomática también se refirió a las negociaciones comerciales del Mercosur con Europa, que protege fuertemente a su sector agrícola, y minimizó la injerencia de la situación venezolana en la negociación de esos acuerdos comerciales: "El motor está en marcha y las cosas tienen una vida propia. Hay ingredientes políticos en Europa que son peligrosos para avanzar en el acuerdo con el Mercosur, no nos olvidemos que están en el medio de un acuerdo con los estadounidenses".
"La Argentina hoy por hoy está tratando de insertarse pero tiene que reconocer la complejidad del mundo de hoy. Y creo que la cuestión de la Venezuela de Nicolás Maduro tiene más que ver con el compromiso de integración de los cinco países que con los acuerdos en sí: lo que esté pasando con Venezuela no tiene impacto con el acuerdo con Europa. Pero sí importa con las cuestiones entre los países del Mercosur", señaló.
En línea con el tema Mercosur, dijo que la visita de Temer al país "cimentó la relación desde la institucional". Es que para Malcorra "no es lo mismo hablar con un gobierno de transición".
"Hoy Temer está confirmado hasta el resto del mandato. Hasta el período en el cual estuvo el gobierno en transición, esencialmente se frenaron todos los temas: las agendas que teníamos acordadas no avanzaron. Muchas de las cosas que hablamos hoy con Temer y sus ministros eran agendas sobre las cuales hablaron el presidente electo por Macri con Dilma Rouseff en diciembre", señaló.
Y apuntó: "Brasil y Argentina son socios inexorables, más allá de las ideologías. Manda la geografía y el porcentaje de más del 40% del comercio, que es integrado. Lo que Brasil necesita para poner en marcha el motor de su economía tiene que ver con la Argentina y viceversa".
Su postulación a la secretaría general de la ONU y la pelea entre potencias
Consultada sobre la posición que ocuparía el país en el mundo si sucede a Ban Ki-Moon en la secretaría general de la ONU, la diplomática indicó: "Creo que el tener un ciudadano de cualquier país en la secretaría general de la ONU le da una participación de ese país en el gran juego del mundo. Es evidente que para Ban Ki-Moon las cuestiones de su región han tenido un peso distinto a los que tendría yo, por cuestiones de cercanía. La forma de aproximar, negociar y de ver el mundo sería desde acá, no hay vuelta que darle".
Sin embargo, factores como la crisis en Siria, que tiene enfrentados a Estados Unidos y a Rusia, complicarían la agilidad para la votación en el organismo internacional este año. Según explicó, este año será la primera vez que Rusia, China, Estados Unidos y Francia mostrarán la tarjeta roja a varios postulantes, por temas estrictamente relacionados a la estrategia, es decir, a sus propios intereses.
"Hasta ahora Estados Unidos y Rusia no se han sentado a negociar. Los entendidos dicen que todos los candidatos van a tener al menos una carta roja para, precisamente, negociar. Pero la cuestión siria entre Estados Unidos y Rusia va a complicar esas negociaciones", señaló.
"Nada de lo que ha pasado desde la Guerra Fría hasta hoy ha tenido un impacto como Siria. La votación de la secretaría de la ONU puede venir muy complicada", concluyó.