La marplatense se instaló en Buenos Aires para continuar apostando a su carrera artística y a su continuidad en los medios. Pretendientes no le faltan, pero la rubia asegura que prefiere estar sola, sin compromiso, y abocada a su profesión.
A casi un año de su salto a la fama tras ingresar a la edición anterior de Gran Hermano, Romina Malaspina (22) busca mantenerse vigente en los medios, apuesta al modelaje y a la actuación y, mientras luce una figura renovada, confiesa su admiración por Moria Casán. “Mi vida después del programa está buenísima. Me la paso haciendo producciones de fotos, desfiles, presencias, voy a programas de televisión. ¡Es todo súper lindo! Es lo que siempre quise”, arranca Romi, mientras posa mostrando su mejor perfil.
–¿Encontraste alguna contra a esta popularidad?
–Creo que nada. Lo único es que la gente hable de vos o te insulte. Pero eso sigue siendo un punto a favor. Que todo el mundo te conozca es genial y que hablen de mí, también.
–Desde tu salida de la Casa fuiste cambiando físicamente…
–Desde que salí del reality bajé diez kilos. Nunca hice gimnasio. Voy a un centro donde me cuido mucho con tratamientos estéticos. Me gusta porque no tengo que hacer ejercicios; de todas maneras, en breve veo de empezar el gimnasio para llegar hecha una bomba al verano.
–Estás muy cerca de Moria Casán y tenés su mismo agente de prensa. ¿Te gustaría trabajar con ella?
–Moria es la número uno. Me encantan su seguridad y que no tiene pelos en la lengua. Quizás yo tenga que aprender bastante de ella, porque siempre fui una chica bastante tímida. Cuando estaba en la Casa, dicen que lo que más le gustaba a la gente de mí era cuando sacaba la Romina mala de adentro. Pero soy bastante tranquila.
–Durante la Copa América estuviste en Estados Unidos y muchos se preguntaban cómo llegaste hasta ahí… Te vinculaban con algún muchacho que te habría llevado.
–Sí, es verdad. Cuando estuve en Nueva York todo el mundo me preguntaba cómo fui. Era la primera vez que salía del país. Creían que seguramente había viajado por algún jugador, pero la verdad es que no. Tuve la suerte de estar allá, eran unas vacaciones planeadas, y justo Argentina llegó a la final y pude ir a ver a la Selección. El viaje fue familiar y la pasé increíble. Perdimos, pero fue una experiencia única que no me voy a olvidar.
–De regreso te instalaste en Buenos Aires.
–Sí, por suerte. Porque iba y venía a Mar del Plata o por acá. Desde que salí de la Casa no tenía mi espacio personal. Ahora vivo sola y estoy contenta. Puedo seguir con mi carrera acá en Buenos Aires sin depender de nadie. Estoy viendo propuestas para entrar a alguna obra de teatro. Mi idea es seguir en el medio, en el ambiente artístico y, ahora que me instalé, empezar a estudiar teatro, baile, todo lo que pueda para perfeccionarme como artista.
–En una entrevista dijiste que te llevás mejor con los hombres. ¿Por qué?
–Es verdad. Siempre tuve muchos amigos porque comparto ideas y maneras de pensar con los chicos. Me gustan mucho las cosas de hombres, como los autos, jugar a la Play. Cosas que las mujeres por ahí optan por hablar de chicos, novios, y a mí me gustan más las cosas de hombres. Pero todo, obviamente, sin perder la sensualidad.
–Después de Gran Hermano, ¿no estuviste más con Francisco Delgado?
–Somos amigos, nada más. Prefiero estar sola porque cuando estás de novia, generalmente, la persona que está con vos tiende a cortar un poco las alas. Si conozco a una persona que me ayude a cumplir todos mis sueños, ahí, seguramente pueda tener una relación estable. Si no, prefiero seguir mi camino sola, que así, soltera, lo estoy pasando bomba.
–Matías Alé es uno de los famosos que te invitaron a salir…
–Nos conocimos en un boliche. Hablamos por WhatsApp. Es súper copado, buena onda, teníamos una cena pendiente, pero al final nunca concretamos el salir a comer. Sabía que tenía sus problemas, su internación, estaba recién separado y no quería involucrarme mucho en ese tema. Pero es un divino.
–Por último, con tu popularidad… ¿hay otros famosos que te hayan contactado e invitado a salir?
–Sí. Desde que salí de la Casa y ahora más todavía. Me escribieron varios, pero más que nada futbolistas. No estuve nunca, todavía, con un futbolista. No me llamó la atención. Pero uno nunca sabe cuándo es la primera vez. ¡Nunca digas nunca! Por ahora no entro entre las botineras. Estoy sola, bien, a full disfrutando de la soltería.