La bella actriz contó que sus compañeros de colegio la comparaban con ese animal. "De chica me molestaba, pero después aprendí a aceptarme como soy", aseguró.
Hace unos días iba a estrenarse Mr. Amor, la comedia que pondría como protagonista a Matías Alé. Ella iba a ser justamente la pareja del actor en la obra, que no subirá al menos por ahora el telón debido a la internación del humorista en la clínica Avril.
Noelia Marzol contó por qué dejó el programa televisivo Polémica en el Bar para irse a Mr. Amor, habló sobre las diferencias laborales entre el teatro y la pantalla chica, y además confió que sus compañeros de colegio la cargaban por su aspecto físico.
"Empecé haciendo teatro y después me fueron llevando para la televisión. Si tuviera que elegir un medio en el cual trabajar para siempre, no sabría cuál decir porque ambos tienen su sabor especial. Si bien el teatro es bastante rutinario, uno le puede encontrar la gracia improvisando. En la televisión no está todo tan estructurado. Recuerdo que en los programas de Marley no teníamos ni rutina, hacíamos todo el tiempo lo que iba saliendo y no había un personaje donde esconderse", señaló la bella rubia.
Por otro lado, Marzol recordó aquellos viejos momentos de casting. “Iba a audiciones que duraban semanas. Veías miles de chicas hermosas que estaban antes que vos y siempre pensabas que no ibas a quedar. Eran colas interminables, de diez cuadras de largo, pero el seguir ahí, firme, te cambia de alguna manera, te forma”, puntualizó.
Noelia además explicó por qué decidió renunciar a Polémica en el Bar. "Me fui porque tenía este proyecto y no podía actuar. Yo quiero sumar más alla de la imagen corporal", confesó.
Luego, al hablar de su infancia, recordó: "De chica me decían rata, tengo cara de rata. Si tuviera que elegir a un animal, me identificaría con ése. Admito que siendo adolescente me molestaba que me hicieran esa comparación pero después aprendí a aceptarme como soy".
Por último, la bella rubia nos confió una anécdota de su niñez: "No sé si era de hacer mucho lío, pero siempre amenazaba con irme de mi casa. Un día, finalmente, me fui con un bolso, pero minutos después volví, golpeé la puerta y le dije a mi mamá: 'Voy a volver pero sólo porque vas a sufrir sin mí, yo te perdono'".