Tras finalizar una larga temporada de teatro en la que debutó como vedette, la ex Gran Hermano analiza propuestas laborales y se muestra feliz con su presente sentimental.
Casi una década después de su irrupción en los medios tras ser una de las participantes de Gran Hermano 2007, Claudia Ciardone (35) logró instalarse y, a pesar de su bajo perfil, nunca ha dejado de trabajar. Diosa, y con uno de los cuerpos más elogiados del país, Ciardone acaba de finalizar su trabajo en la obra Plumas en la noche, y antes de analizar nuevas ofertas laborales, adelanta: “Hace mucho que no me tomo vacaciones, así que ahora me voy de viaje”. ¿Sola? Si bien está comenzando una relación… se va con una amiga.
–La semana pasada terminó la obra Plumas en la noche, donde fuiste parte desde la temporada de verano. ¿Tenés algún otro proyecto laboral?
–Fue mi primera experiencia como vedette. Nunca había transitado por ahí. Me gustó, es súper difícil. Uno ve que bailan y se ponen las plumas, pero es sacrificado: tenés que mantener el cuerpo, aprender a bailar –porque nunca había bailado– y caminar como una vedette. Se subestima un poco, y no es tan fácil. No sé si se repetirá. Me gusta más la comedia. Por el momento tuve dos propuestas para irme de gira, pero aún no definí nada. Quiero ver el tema de mis vacaciones, tomarme unos días y después, más fresca, ver cómo sigue mi futuro profesional. No me tomé vacaciones y seguí haciendo teatro de corrido. ¡Me las merezco!
–¿Sos consciente de que muchas chicas que entran a Gran Hermano te toman como referencia, porque saliste primera de la Casa pero también fuiste la que más trabajó y se instaló en los medios?
–Está bueno eso porque quiere decir que estoy haciendo las cosas bien. Me mantuve en el medio, y creo que, más allá de que no me quedé en que era una modelo y tomé cursos de actuación, siempre me llamaron, y está bueno que me tengan en cuenta. Y creo que todo eso tiene que ver con que soy una persona muy responsable, cumplo con mi trabajo, y lo que hago lo hago a full. Gracias a Dios nadie puede hablar mal de mí, decir que terminaron mal. Siempre cumplo mis trabajos y termino bien con todos. Es la idea. Me gusta trabajar tranquila y es la única manera de disfrutar lo que se hace. Si estoy mal en un lugar no lo agarro o haré oídos sordos. Mantenerse requiere estudiar y ser buena gente.
–¿Seguís el reality?
–Sí, porque me gusta. Para mí fue un trampolín para lo que quería ser y para tener carrera profesional. Me gusta ver cómo se mueven y se manejan los chicos. Lo veo con mi familia y vemos cómo les trabaja la cabeza. ¡Me encantaría estar en los debates!
–¿El Bailando es una asignatura pendiente?
–Estuve en el Patinando e hice un reemplazo en el Bailando, pero la verdad que sí. Este año con la revista experimenté algo que no había hecho nunca: bailar. Y me gustó. La coach que teníamos me dijo que andaba bien. Me encantaría, y la pantalla de Marcelo es similar a la de Gran Hermano, te abre muchas puertas. Lo que sí, también te abre tu vida privada y tus emociones más bajas.
–El último tiempo bajaste mucho de peso y te cambió el cuerpo. ¿A qué se debe?
–Tiene que ver con que arranqué el gimnasio y me gustó. Nunca en mi vida había hecho nada. Ahora soy bastante constante, demasiado, y a eso se debe mi cambio físico. Me ayudó para el trabajo, porque andaba con muy poca ropa.
–Esas curvas… ¿tienen dueño?
–Estoy conociendo a alguien. Es muy reciente pero estoy muy bien. El no es del medio, nada de eso. Me da mucha vergüenza hablar de mi vida. No tengo vergüenza de nada, me pongo en bolas, pero hablar de mi parte sentimental me da cosa.
–¿Te vas con él de vacaciones?
–Quizás más adelante sí. Estas vacaciones las tengo programadas y pagas hace un año.
–¿Es difícil estar en pareja con vos?
–Hace un tiempo sí, porque era bastante revoltosa. No me gustaba dar explicaciones a nadie, hacía mi vida. Hoy maduré un poco esa parte y sé cómo darle la seguridad que necesita un hombre y qué hacer para mantenerlo feliz. Porque no es fácil estar con una chica del medio. Si hacés las cosas bien y no tenés nada que ocultar, podés dar esa seguridad. Estar conmigo hoy no resultaría difícil.
–¿Todavía no te llegaron esas ganas de formalizar, casarte o ser madre?
–Formar una familia es lo que casi todas las mujeres queremos a futuro. Pero soy consciente de que el día que decida ser madre va a ser con la persona que crea que estoy enamorada. Tengo que sentirlo. Traer un hijo es una decisión importante. Quiero que sea con la persona que amo de verdad y me gustaría morir con esa persona.
–La violencia de género es un tema que está muy latente. A los 18 años… ¿fuiste víctima de ese tipo de agresión?
–Mi primer novio, en un momento de locura, me quiso matar. Se estrelló contra un auto que venía de frente y me dijo que si no estaba con él no iba a estar con nadie. Lo superé gracias al apoyo de mi familia, y enseguida supe que eso no era amor. Me alejé y durante meses mi papá me llevaba y traía a todos lados. Mi consejo para las personas que sufran de violencia de género es alejarse al instante.