La actriz dijo que empezó terapia tras el escándalo del motorhome con Pampita.
La actriz Eugenia “China” Suárez, quién se encuentra en plena promoción de la película El Hilo Rojo, habló de todo. Además, contó que está en pleno proceso de recuperación, luego de que se conociera el romance que mantiene con el actor Benjamín Vicuña.
La actriz conoció al chileno y en el set de filmación de la peli y fue allí -precisamente en un motorhome- a donde Pampita se hizo presente y asegura haber visto a su ex y la China teniendo sexo. Suárez, en cambio, jura que estaba comiendo palta y que fue agredida por la modelo.
En una extensa entrevista con la revista Rumbos, la China habló a fondo del tema: “Yo no soy ese quilombo, tengo una vida hermosa, con una familia y llena de proyectos”, afirmó al comienzo de la nota.
Pero, llamativamente, reconoció que el impacto del escándalo va a repercutir en la recepción que el filme tendrá por parte del público: “Se va a armar flor de quilombo”. ¿Por qué? “Por todo lo que se dijo adentro y afuera del set de filmación durante todos estos meses”.
Incluso reconoció que la polémica le brindó mucha publicidad a la historia: “Sí, es cierto. Hubiera preferido que no sucediera, pero bueno, ya está. Trataremos de sacarle provecho. Igual, yo prefiero no exponerme”.
Fiel a su estilo, la actriz dijo que no le afectan las críticas: “No me importa nada lo que dice la gente. Yo tengo bien claro quién soy y me rodeo de la gente querida que sabe qué tipo de persona soy.(…) Sabés la cloaca que es Twitter. Las cosas que me tengo que fumar. Pero ni pelota les doy”.
Sobre su supuesto rol de “la mala de la película” en la vida real, opinó: “¿Qué puedo hacer? ¿Cambiar la opinión? Entonces me la aguanto (…) Hay mucha gente infeliz, al pedo, que odia y envidia la felicidad del otro. Y que no encuentra nada mejor que insultar. Pero yo soy una agradecida de la vida que tengo, de la salud que tengo y, sobre todo de mi hija, que es feliz. Eso me blinda”.
Además, se refirió a quiénes la agreden a través de las redes sociales: “Mujeres, únicamente. No recibí ningún insulto de un varón. Las mujeres son más machistas que los hombres”. ¿Y cómo responde? “Tengo mucho carácter pero no soy violenta, estoy lejos de ser una persona violenta. Igual, no tengo drama en mandar a la mierda a alguien. Tampoco me quedo con culpa”.
Si bien afirmó que tiene la capacidad para salir indemne de todo lo que se dice ella, confió que hace terapia: “Claro. Y me hace bien, me sirve de catarsis. Pero puntualmente voy porque yo soy muy autocrítica y muy exigente, y me hago cargo de todo, y eso a veces pesa mucho. Entonces la terapia me permite ver que yo no soy la culpable de todo lo que me pasa. Pero no hablo de la exposición de mi persona, para nada. Tengo otras cuestiones mucho más importantes asociadas a la vida real, no al twitter o a la pseudo vida en las redes sociales”.
¿A qué otras cuestiones se refería? “A la violencia, por ejemplo. Yo no estoy acostumbrada a vivir episodios violentos y aquél fue una pesadilla (sin decirlo se refiere a la ‘viralizada’ agarrada con Pampita en el famoso motorhome)”.
Entonces, el periodista le preguntó si ese episodio reaparece cada tanto y ella respondió: “Sí, a veces tengo pesadillas. Fue horrible, algo así como la sensación que tenés después de un robo violento. Sentí miedo, angustia y luego bronca. Por eso la terapia”.
Por último, dio su visión de por qué las relaciones de los famosos jóvenes duran tan poco: “Mirá, yo te hablo por mí. Yo no fui educada con ese plus para pelearla, para luchar una relación hasta el final. Entonces, a la primera de cambio, me rajo. Yo, si no soy feliz, no me quedo un minuto más. Pero me critico ser así, quisiera tener un poco más de vocación de lucha, pero me cuesta, mucho más con una hija”.