Guillermo Martinero no se percató de que había impactado con sus disparos a un trabajador que caminaba por la zona y no tenía nada que ver con el ataque de los motochorros, según aseguró su abogado, Leonardo Rombola.
Martes, 9:26. Daniel Fernando De Negris Rodao caminaba como todos los días por la calle San Martín rumbo a su trabajo, una cerrajería del microcentro. Sin embargo, de golpe cayó desplomado en la vereda y minutos después murió probablemente sin saber qué le había pasado.
En un principio circularon distintas versiones, pero los videos de las cámaras de seguridad de la zona comenzaron a develar parte de lo que sucedió. Un abogado y ex militar fue asaltado por dos "motochorros" cuando salía del edificio en el que se encuentra su estudio. Según le contó a su letrado, los atacantes lo amenazaron con un arma de fuego. Sintió miedo, sacó una pistola Glock calibre 40 y empezó a disparar. Uno de esos proyectiles impactó en la espalda de De Negris, que circulaba por la vereda de enfrente.
Tras esta sucesión, corrió detrás de la moto en la que se trasladaban los ladrones, pero no los pudo alcanzar. En las imágenes se ve que el tirador pasó por al lado del cuerpo tendido del cerrajero. Es más, pareciera que por algunos segundos lo mira detenidamente, sin embargo la versión de su abogado, el doctor Leonardo Rombola, es otra.
"Cuando vi el video a mí me sorprendió esa actitud, como ser humano, pero yo le pregunté qué había pasado y él me dice que no se percató, que nunca vio a esta persona tirada en el piso", aseguró el defensor en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.
La estrategia de Martinero es probar la legítima defensa, un instituto penal que justifica la realización de una conducta sancionada -en este caso el homicidio- y exime de responsabilidad a su autor. Para ello tendrá este mediodía la chance de brindar detalles sobre los hechos en la declaración indagatoria a la que fue convocado por el juez Luis Alberto Zelaya.
Su conducta podría recibir distintos encuadres legales, algunos de los cuales podrían derivar en penas de prisión y otros no. En principio la Justicia tiene dos hechos para analizar. El primero es la respuesta al ataque de los "motochorros", el segundo es la muerte del cerrajero.
Durante las primeras horas después del tiroteo, circularon muchas especulaciones sobre qué había en la mochila robada. Rombola aseguró que su cliente transportaba entre 10 y 12 mil dólares, provenientes de honorarios que le habían abonado el día anterior. El asalto ocurrió en un horario en el que los bancos y las casas de cambio están cerradas.
Otro punto que deberá dirimir la investigación penal es si Martinero contaba con habilitación para portar armas. Natalia Gambaro, directora del RENAR, aseguró que aún no recibieron el oficio con los datos filatorios del imputado para poder realizar la verificación. No obstante aclaró que en la Argentina hay sólo 150 civiles autorizados a transitar por la vía pública con portación autorizada.