"Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí", le dijo Mick Jagger al público.
"Hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba", fueron la palabras con las que Mick Jagger comenzó el hitórico recital de los Rolling Stones ante medio millón de personas en Cuba.
El líder de la banda británica les dijo al público presente: "Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música aquí en Cuba, pero aquí estamos. Pienso que los tiempos están cambiando".
Mas de @RollingStones en La Habana ante una multitud que supera las 450.000 personas pic.twitter.com/6ZhPQzxQiq
— Gustavo Saldaña (@gustsaldana) 26 de marzo de 2016
Jagger hizo referencia a las dificultades que las bandas angloparlante tuvieron en los años 60 y 70 en la isla, cuando al calor de la revolución se los silenciaba en las radios y medios bajo el argumento que su estática representaba la decadencia del capitalismo occidental, aunque los isleños se las ingeniaban pasándose los discos de vinilo de mano en mano.
En los años 80 ese contexto cambió, y aunque sus temas se transmitían por la radio y sus conciertos por la televisión, la agrupación nunca había tocado en vivo en la isla.
Entre los espectadores no faltaron los carteles con mensajes como "We Love Stones" o banderas de países que se declaraban "República Stones", ni las personas vestidas con camisetas que lucían el popular logo de la banda de la boca con la lengua afuera.
Las luces, con fuertes tonos rojos y azules, le pusieron color al ambiente de un sonido impecable. Tres pantallas gigantes en la parte delantera y superior del escenario multiplicaban hasta la enormidad la labor del guitarrista Keith Richards y el carismático baterista Charlie Watts.
El espectáculo derrochó lujo rocanrolero y una docena de cámaras fueron capturando los momentos que se convertirán en un documental, indicaron los organizadores.