Tú y yo lo veremos: comeremos insectos o carne de laboratorio... ¿Estás listo para comenzar un paseo como futuro gourmet?
El mundo ha descubierto más avances científicos y tecnológicos en los últimos 50 años que en los 10.000 anteriores. Es un hecho en todos los órdenes de la vida. También ha afectado a la gastronomía, los alimentos que ingerimos y su presentación. Y aún los hará de manera más abrupta en el futuro inmediato. Tú y yo lo veremos: comeremos insectos o carne de laboratorio... ¿Estás listo para comenzar un paseo como futuro gourmet?
Cambian los hábitos, el mimo a nuestra salud, el ritmo de vida, nuestros trabajos y cambia también la población y el reparto de los alimentos. Este último factor será, con casi toda probabilidad, el que tendrá mayor importancia en el cambio en la forma de alimentarnos. ¿Por qué? El aumento exponencial de la población mundial lo trastocará todo. Cambiaremos inevitablemente nuestros hábitos alimenticios, empezando por la carne, que en veinte años podría convertirse en un artículo de lujo.
Así lo declaran diversos especialistas alimenticios que apuntan a cosas alternativas para comer como productos elaborados en un laboratorio, algas de sabor repugnante que serían modificadas o, por supuesto, insectos. La última aportación en este sentido llega con el libro 'La cuina del futur' -la cocina del futuro'. en castellano-, de Pere Castells, licenciado en Químicas y uno de los impulsores del Departamento Científico de elBulli, e investigador de la Unidad de Estudios e Investigación en Ciencia y Cocina del campus de la Alimentación de la Univesidad de Barcelona.
En la obra se explica que la introducción de los insectos en la gastronomía occidental se deberá acompañar de soluciones y estrategias para evitar la aversión que éstos puedan producir, y que los productos sintéticos podrán ser también una solución. ¿Qué podremos mañana a nuestros hijos en la mesa?
Carne de probeta y laboratorio
Al margen del lógico debate sobre si hace falta más carne en el mundo o, bien distinto, un mejor reparto de ésta, hay muchos especialistas que sostienen que la tecnología puede hace que a partir de una célula se pueda pueden crear comida para la población mundial.
La carne sintética o de probeta implica tomar una pequeña cantidad de células de un animal vivo y hacerlas crecer en trozos de tejido muscular en el laboratorio, que, en teoría, pueden ser comidos como carne para consumo humano. Además de evitar la matanza de animales, los científicos creen que podría ayudar a reducir el impacto ambiental de la producción de carne, como la deforestación o la contaminación por metano.
La tecnología para crear carne artificial existe desde el cambio de siglo -la NASA alguna vez consideró desarrollarla para sus astronautas-, pero hacerla un producto comestible y comercialmente viable no había sido posible. También queda por ver si los consumidores la aceptarán como una alternativa a la carne de ganado. Pero ahora, Gabor Forgacs, originario de Hungría y quien trabaja en la Universidad de Missouri, Él descubrió que la misma tecnología puede ser utilizada para producir carne para el consumo humano.
Comida desconocida de otros continentes
Tendremos que explorar otras costumbres y otras mesas. Con los ingredientes y materias primas que conocemos no será suficiente. En esa búsqueda, la comida favorita será la africana. En los últimos años ha surgido una clase media en África, que probablemente se encargue de expandir su cultura por otras regiones, y la comida es una de estas expresiones culturales. De hecho, algunos de los últimos 'superalimentos' adoptados por Occidente son africanos, como el teff.
Y es cada vez más frecuente encontrar platos exóticos en las cartas de renombrados restaurantes del mundo, muchos de los cuales han convertido las comidas típicas de regiones de África, en deliciosos platos gourmets que se venden a precios astronómicos. Con todo, hoy por hoy los expertos en nutrición no lo recomiendan para una dieta continúa, pues por lo general muchos de estos platos tienen un solo tipo de valor nutritivo, y la alimentación debe cumplir con todos los nutrientes que el organismo requiere para mantenerse saludable. La duda está en si llegaremos a consumir serpientes, monos, murciélagos, gatos, ratas y cientos de bichos como hacen muchos pueblos africanos.
Insectos
No es nada extraño, porque ya un gran porcentaje de la población mundial consume insectos, pero saber que será comida de todos los días igual suena raro. Es bastante asqueroso, pero en contrapartida sabemos que son ricos en proteínas y bajos en grasa. Quién sabe, quizás en el futuro ya no te desagraden tanto. De hecho, en Eapañ estará permitido por las autoridades casi de forma inminente. Fuentes del ministerio de Sanidad ya han deslizado que España aplicará de forma automática el nuevo reglamento que aprobó ayer el parlamento europeo y que regula nuevos alimentos como los bichos. La normativa entrara en vigor el año que viene.
En Bélgica y Holanda ya están permitidos. El cocinero holandés Henk van Gurp sirve en su restaurante platos que incluyen bichos en sus ingredientes: por ejemplo, pastel relleno de arañas, espaguetis con salsa de abejas y magdalenas de chocolate con gusanos. Y en Bélgica se venden hamburguesas con insectos que son una fuente muy importante de proteínas. Ya están aquí...
Pan negro
El pan que conocemos hasta hora cambiará. No crearemos nada nuevo, es verdad, más bien al contrario: Volveremos al pan que comían nuestro abuelos en las postguerra y en las pocas de mayor carestía en España. Pan en bruto, sin harina refinada. Tratar la harina es un trabajo extra que además nos deja sin las vitaminas fundamentales, así que, según los especialistas probablemente se consuma más cantidad de pan negro.
Fruta encapsulada
Las cápsulas de frutas van a dar la certeza de tener todas las vitaminas en un pequeño objeto. Aunque en un comienzo van a ser muy caras, probablemente se popularicen con el tiempo y usando las tecnologías a disposición se les dará el sabor que prefieran. Pero es que ese futuro un tanto mítico ya está aquí. ¡Y no sólo con frutas! Existe una máquina capaz de preparar platos elaborados en menos de un minuto. La empresa White Innovation, de base tecnológica israelí, ha empezado a comercializar un aparato que cocina de forma instantánea todo tipo de platos y que, además, sugiere menús individualizados teniendo en cuenta el número de calorías, el gluten o la cantidad de azúcar.
Gente tiene un tamaño similar al de una caja de zapatos, cuesta alrededor de 500 euros y acaba de lanzarse a los mercados israelí y australiano, inicialmente en cafeterías y centros de trabajo, según explica el fundador de la empresa, Doron Marco.
La tecnología funciona a partir de una cápsula del tamaño de una taza que se introduce en el dispositivo y que contiene los ingredientes del menú deshidratados por frío -deshidrocongelación- para que se mantengan frescos durante años sin ningún tipo de conservantes ni productos químicos. La técnica consiste en extraer previamente el agua que contienen los alimentos para luego añadirla durante la fase de cocinado, garantizando el mantenimiento de las propiedades naturales de los productos así como su forma y aroma.
Nutrición ortomolecular y azúcar y sal modificadas
Este nuevo concepto tiene en cuenta que todos los tejidos tienen una estructura que depende de la cooperación entre los distintos tipos de células, y por tanto es fundamental para la salud de los tejidos y de los órganos que las células estén sanas. Se basa en el hecho de que, a partir de la ingestión de alimento, tienen lugar unos procesos metabólicos de digestión, absorción y asimilación que terminan con una serie de nutrientes atravesando la pared celular para ser aprovechados por la célula. La nutrición ortomolecular analiza el comportamiento celular para determinar que tipo de dieta es la más indicada para el mantenimiento de la salud celular y la prevención de la enfermedad. Es decir una alimentación científica para estar más sano, sin propaganda e ideas preconcebidas.
Ingerir los alimentos que las células del organismo necesitan para obtener energía y mantener su estructura y funciones. Pero, ¿eso no es los siempre? Parecido, pero se buscará una dieta eficiente que no contenga sustancias en exceso que pueden desequilibrar el comportamiento celular dañando su capacidad para absorber y utilizar estos nutrientes esenciales.
Ya sabemos, que en ese camino, el futuro llegará con una nueva variedad de la sal que agregar a las comidas, y las va a hacer más sanas. Con el azúcar va a pasar algo parecido, porque los endulzantes van a ser más naturales y la comida no va a tener grandes concentraciones de azúcar.
Verdolaga
Esta pequeña planta a la que ahora no damos valor y que es vista casi como una plaga una mala hierba, en el futuro será sumamente importante. Tiene altas concentraciones de beta caroteno y omega-3 -puede contener 400 mg. de este ácido graso esencial-, ambos muy buenos para la salud, y además, tiene buen gusto en las ensaladas. Pero además nos ofrece un aporte muy completo de principios medicinales.
La verdolaga (portulaca oleracea), es un 'superalimento', además de una hierba medicinal conocida desde la antigüedad. Crece en muchas partes del mundo de forma salvaje durante la época cálida, en huertos, campos, o al borde de los caminos. Pero si se desea, se puede cultiva fácilmente incluso en macetas en casa.
Cobia y otros peces carnívoros
La cobia es un pez que se cría y reproduce muy fácilmente en granjas de peces, y que está por convertirse en uno de los grandes alimentos del futuro porque se adapta a todo tipo de aguas. Este pez carnívoro será una de las principales fuentes de alimento. Su consumo es una realidad desde hace años en China, Taiwán, República Dominicana o Panamá. ¿Lo mejor para su explotación? La acuacultura marina "offshore" bajo el sistema de enormes jaulas, las cuales estarán flotando cerca d la costa.
Los peces carnívoros son un gusto raro. Pero en un futuro, como se hace ya la cobia, muchas de estas especies se criarán en cautividad. Lo normal en la actualidad es criar peces vegetarianos de piscifactoría. Pero ya se trabaja con otras variedades tropicales como la tilapia y bagre que en la cocina se puede modificar con limón, tomate o hierbas para cubrir su sabor fangoso básico. Y ojo, por ley, todos tienen omega-3 añadido a su dieta.
Nutrientes en polvo
Como en el caso de los astronautas o de la película 'Matrix', en un futuro, a la hora de alimentarnos, seremos los humanos más parecidos a los peces de tu pecera o las vacas de los establos. Las imágenes futuristas de gente alimentándose con pastillas, polvos nutritivos y comida procesada en tubos, no son tan lejanas. De hecho, desde hace años ya hay quienes recurren a este concepto para hacer dieta y mantenerse en forma. Ahora bien, nosotros nos estamos refiriéndonos a una dieta completa. Con todos los nutrientes.
Como en el caso de PronoKal, un tratamiento médico personalizado de pérdida de peso, basado, en su primera etapa, en la denominada dieta protestada en donde se administran productos en forma de liofilizado proteico -una técnica de deshidratación por frío- de alto valor biológico ya que procedente de proteína natural como la del huevo o la leche, además de una rigurosa lista de verduras autorizadas. Tras bajar peso, siguen las etapas de reeducación y mantenimiento, en donde se vuelven a incorporar los distintos grupos de alimentos, a la vez que se aprenden nuevos hábitos dietéticos y de estilo de vida.
Lo más novedoso es que en cada familia de productos proteinados se pueden encontrar diferentes texturas, consistencias y sabores, que se ajustan a las preferencias personales y a los hábitos diarios del paciente. Desde tortillas, sopas y crepes, hasta una gran variedad de postres y productos listos para llevar en sobrecitos. Con sólo disolver en agua el producto, ya es suficiente para obtener el resultado previsto. ¿Puede ser ese el futuro? Puede...
Comida en 3D para comer un besugo que ya está extinguido
El futuro es hoy. Ya existe una impresora de alimentos en 3D inventada en España. 'Foodini' es un ingenio de impresión 3D creada por la española Natural Machines, que salió a la venta hace exactamente dos años por unos 1.000 euros y que a pesar de la paternidad casi no se vende en nuestro país para llegar a casi cualquier país del mundo. Sus creadores la venden online y sin intermediarios, de forma directa.
¿Y qué tipo de comidas se pueden 'imprimir' con este ingenio? Lo primero que consiguieron crear fueron figuras de chocolate en altura de gran complejidad geométrica. Desde entonces, han impreso raviolis, espaguetis, pizzas, hamburguesas, ñoquis, espinacas, pasteles, arroz con curry, o incluso 'fish and chips'. Pero en un futuro hay quien asegura que podrán preparar un besugo del Cantábrico... aunque ya estén extinguidos. Por desgracia.