La actriz se refirió al consumo de estupefacientes y a la nueva vida que tiene en Argentina con sus hijos y separada de Gael García Bernal.
El 2015 fue un año bisagra para Dolores Fonzi. Se estrenaron las exitosas películas en que participó, La Patota y Truman, y volvió a grabar una tira después de trece años: La Leona. Pero no sólo en lo laboral hubo un cambio ya que a fines del 2014 se separó de Gael García Bernal, con quién tuvo dos hijos -Lázaro y Libertad- y una larga relación que varió entre México, España y Argentina. Ahora la actriz se compró una casa antigua con jardín en Coghlan donde vive con sus chicos.
"Como que ahora por fin hay un orden en mi vida. Los niños crecieron y yo estoy pudiendo hacer más lo que quiero. Ellos están más independientes y yo tengo más tiempo para mí. Y eso hace que pueda dedicarme a mis proyectos. Si me hubieran aparecido estas ofertas de trabajo con ellos más chiquitos, no hubiese ido a filmar a España sola como lo tuve que hacer. Digamos que estamos todos disfrutando más de todo", dijo en diálogo con Clarín.
Si bien se autodenominó una madre muy disciplinada que pone límites a sus hijos, es liberal a la hora de hablar de muchos temas que por momentos ser vuelven tabúes, como por ejemplo la marihuana: "Yo estoy a favor de la despenalización. No es que fumo todo el tiempo. Lo hago cuando quiero y como quiero. No estoy todo el día fumando. Aprovecho cuando tengo un recreíto, como mucha gente".
Además, su nueva vida vino con un tatuaje. "Es medio de pirata. Me copa. Impresiona por lo grande, ¿no? Este ancla es el resultado de promesas internas, del haber llegado a una madurez, del anclar en la vida y en la Argentina. Tiene un gran significado", explicó la actriz que está en pareja con el director de cine Santiago Mitre.