La compañera de Alberto Samid en Bailando 2015 lució su belleza en una producción fatal.
Los primeros ensayos entre Sofía Macaggi (26) y Alberto Samid (67) fueron tan caóticos, que el empresario de la carne intentó asegurarle las piernas a la bailarina, luego de desplomarse sobre ella tres veces. Con el tiempo, la rubia logró domar a su compañero y juntos se lucen en la pista de Bailando 2015, pese a lo cual firmaron la póliza prometida: "Lo hizo en una aseguradora cuyo nombre no podemos dar, pero están todos los papeles firmados en serio, Alberto aseguró mis piernas en 500 mil pesos y la gestión la hizo mi novio", comenta la bella partenaire de Samid.
Consolidada como figura de peso propio, la también modelo y ex de Alexander Caniggia lleva dos años en pareja con Marcelo Trimarchi, abogado socio del estudio de Matías Morla. Con su belleza a cuestas, Sofía posó para una producción de fotos fatal de Ciudad.com y luego repartió halagos y palitos por igual entre sus competidores en la pista.
-Con Alberto Samid arrancaron nominados desde la primera gala, él hasta renunció en el medio, pero se recuperaron. ¿Cómo están hoy?
-Noto mucha evolución en Alberto en cuanto al baile, está súper comprometido. Estamos ensayando de lunes a lunes porque él quiere, se levanta todos los días a las 5 de la mañana, va a trabajar y tiene muchas cosas que hacer, pero se tomó esto como un desafío muy importante. Obvio que no rendimos como dos bailarines, pero nos queremos quedar. Alberto es una persona grande, me parece que el jurado debería evaluar nuestra evolución gala a gala, porque no se nos puede medir con la misma vara que a una pareja de profesionales como Fernando Dente y Lourdes Sánchez.
-A nivel físico Samid también mejoró, teniendo en cuenta el peso y la edad, ¿no?
-Sí, ya adelgazó 15 kilos. Al principio, hacía dos pasos y se agitaba, y hoy corre toda la coreografía. Veo que ese avance también hace sentirlo mucho mejor, más joven y saludable. Está más ágil y con más resistencia. Alberto también va entendiendo cómo es el juego dentro del programa. Yo tengo mucha fe de que vamos a llegar bastante lejos.
-¿Tienen una suerte de duelo de grandes pataduras con el Negro Alvarez?
-(Risas) Le tengo mucho cariño al Negro porque arranqué trabajando con él, pero a la hora del baile, Samid es Hernán Piquín al lado de Alvarez. Me parece que en las primeras galas le regalaron muchísima nota. Alberto y yo fuimos a la primera sentencia y él también se la merecía, porque no se movió directamente. Samid hizo muchísimo más en comparación al Negro. Para mí, Alberto es Piquín al lado del Negro, y eso que le tengo cariño. Yo creo que les sacamos ventaja, a pesar de que el jurado les regaló bastante nota en las primeras galas, ya en la última tuvo dos ceros (¡aunque también tuvo un nueve y un diez!) y parece que entendieron que el Negro no tuvo avances. Porque el Negro no está bailando nada, sólo actúa. Si bien es válido el recurso de actuar, creo que debería incorporar algunos pasos.
-¿Cómo ves la participación de Ergün Demir?
-Me parece que Alí Kemal le pone mucha onda: baila mal, pero uno lo compra. Lo mirás y te divierte, cuando en la primera gala movía los brazos y se reía, a mí del otro lado de la pantalla me parecía que estaba bailando. Que le ponga tanta onda, lo salva. Hablé con él cuando tuvo el cruce con Alberto (N de la R: el empresario le recriminó que el estado turco reconozca el genocidio armenio), fui a llevarle un rosario que le mandó Samid de regalo.
-¿Cuál es la famosa que te sorprendió para bien?
-Candela Ruggeri está bailando muy bien, me gusta mucho lo que está haciendo, no le tenía mucha fe y creo que va a ser la revelación. Tiene una muy buena coach, Carla Lanzi, que aprovecha muy bien que Cande es larga y le hace desplegar movimientos que le quedan estéticamente lindos. En la cumbia movió las caderas como loca, me encantó. Me hace acordar un poco al estilo del Bailando de Liz Solari. Si bien es modelo, espigada y lánguida, está mejorando mucho. Eso que no la conozco ni me la crucé como para saludarla, sólo la veo por televisión.
-¿Y cuál es la famosa más floja en la pista?
-Agustina Kämpfer me parece que baila horrible y sus previas me aburren muchísimo, no es clara. Ojo, personalmente no la conozco mucho, pero me cae bien como persona. Alberto la conoce y la saludé, mi crítica es como televidente.
-Antes hablaste de Candela, y la referencia obligada es Charlotte Caniggia. ¿Qué similitudes notás entre ellas?
-Pocas, Candela habla y es más suelta. Charlotte era más tímida.
-Alexander Caniggia se hizo varios tatuajes, se rapó y se dedica a la música. ¿Te gusta como está tu ex hoy?
-La verdad que no lo sigo, no tengo contacto con él. Tampoco miro sus redes sociales. No terminamos tan bien como me hubiera gustado, tengo cero contacto con él. De hecho, me bloqueó de Facebook, de WhatsApp, tampoco me interesa ver su vida. Se dio así y el pasado pisado.
-¿Qué te parece la participación de Juana Viale?
-Juanita está bailando bastante bien para no ser bailarina, ni excelente ni desastre. Es linda, estéticamente bella para ver bailar. Me parece que un poquito de nota le regalan, un poquito. Nunca le van a faltar el respeto a ella, porque quieren mucho a su abuela. Más allá de que lo merezca o no, está haciendo una evolución, me cae bien y me parece divina.
-¿El Tirri entraría en el pelotón de rezagados junto a Alberto Samid y el Negro Alvarez?
-¡Pero a él no le regalan nota! La gala anterior lo mataron, había tenido re bajo puntaje cuando fue a placa y se salvó porque renunció Anita Martínez. Creo que no le regalan nada ni tampoco genera polémica. Incluso, progresó muchísimo, lo veo muchísimo mejor que el año pasado. Creo que él no tiene coronita.
-¿Cómo ves a Ailén Bechara y a Barby Franco?
-Para no ser bailarinas están bailando muy bien las dos, pero se nota que tienen cero base de baile y hay que bancársela, no es fácil para el que no baila.
-Última pregunta: ¿para cuándo la convivencia con Marcelo Trimarchi? Ya van casi dos años de noviazgo…
-La casa está en orden, no convivimos todavía, pero seguimos bien… Por ahora no me propuso nada. Viene lentón el señor, no sé qué le pasará. Yo, como proyecto personal de mujer, quiero formar una familia, convivir, casarme, tener hijos. Todo. Ojalá que sea con él.