Candela Ruggeri habló sobre Showmatch y admitió ser la favorita del certamen: “Todos me dicen que soy la preferida, pero yo no lo puedo creer”.
“Me llegó todo muy de repente porque nunca busqué estar en el Bailando”, señaló, para luego añadir que “de un desfile surgió todo”. “Yo no sabía que bailaba, no tengo técnica ni nada, trato de seguir y copiar a mi coach”, explicó.
En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, Candela desmintió la existencia de un romance con Agustín Sierra: “Fuimos a ver Chicos católicos, donde está él, y justo vino una amiga cuyo hermano es amigo de ellos. Nos dijeron si queríamos ir a bailar por ahí y dijimos que sí. Yo estaba con un montón de amigas. Pero fuimos a bailar y nada más”.
La hija de Oscar Ruggeri se abstuvo de considerar si Juana Viale tiene “coronita”: “No sé, no me la crucé nunca, salvo en la sentencia”. “Se dice que hay preferencias y coronitas y qué sé yo, pero me parece que cada uno tiene que hacer la suya, si al final es el público el que decide”, manifestó, y luego agregó que “hay algunos que no están ahí maquillándose con uno y se maquillan con su maquillador”. “Yo me llevo con los que veo siempre”, declaró.
Además opinó sobre algunos integrantes del jurado, como Nacha Guevara: “El otro día pasé por el pasillo donde están los camarines del jurado y Nacha me dijo unas cosas que las re tomé, porque es una grosa“. Asimismo, manifestó que Moria le dijo: “No puedo creer lo que progresaste“. “Que ellos me digan cosas a mí no puedo creerlo. No tomo dimensión en donde estoy, y por eso soy así. El día que diga: ‘Che, me están viendo no sé cuántas personas’, me desmayo”, expresó.
Por otro lado, confirmó que el ex defensor del seleccionado argentino es un padre muy celoso: “Mi papá es en serio así, no es un personaje ni nada”. “Vienen chicos que se me acercan y me dicen: ‘Mandale un beso a tu papá’. Como que le tienen un poco de miedo”, bromeó.
En último lugar, dijo ser “muy competitiva” y al ser interrogada sobre si pelearía hasta el final, no dejó lugar a dudas: “Obvio, más vale. Al fin y al cabo es un juego, ¿no?”.