Se trata del Cardenal Eduardo Francisco Pironio al que se le atribuye su intercesión en el milagro para salvarle la vida a un pequeño de 15 meses marplatense.
La oración dedicada al fallecido Purpurado fue aprobada por la Conferencia Episcopal Argentina y reza así:
Oh Dios, Padre nuestro, que has llamado a tu Siervo Eduardo Francisco Pironio a servir a tu Iglesia como sacerdote y obispo, confortado por la materna solicitud de la Virgen María y lo has hecho alegre anunciador de la esperanza y de la cruz, concédenos que, siguiendo su ejemplo, podamos proclamar y testimoniar nuestra fe con un corazón misericordioso y acogedor y, por su intercesión, danos la gracia que confiadamente te pedimos.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.