La ficción que cautivó al público de Argentina llegó a su fin, tras una gala con los protagonistas de Avenida Brasil, la novela que se convirtió en un fenómeno televisivo.
En la historia, Santiago (Juca de Oliveira) planea escaparse a Europa con su hija Carmina (Adriana Esteves), tras secuestrar a Tifón (Murilo Benício) y cobrar mucho dinero de recompensa.
Antes de tomar un vuelo, Santiago decide matar al jugador y a Nina (Débora Falabella). Pero Carmina decide salvarlos y así da un giro completo a su vida, tras haber sido tan mala durante años.
Luego, todos los involucrados en la muerte de Max (Marcello Novaes) son interrogados por el jefe de la Policía, quien descubre que mamá Lucinda (Vera Holtz) es inocente.
Carmina confiesa que ella fue quien asesinó a Max, con quien tuvo una relación de amor y odio durante años. Por este crimen, debe cumplir una condena tras las rejas.
Pasan los años, Nina y Jorgito tienen un hijo, mientras que Carmina recupera su libertad y Lucinda la lleva al tiradero para que vivan juntas.
A pesar de las peleas, Nina y Carmina deciden perdonarse, para comenzar una nueva etapa de sus vidas, lejos del rencor y la venganza.