¿Quieres ser el rey en una fiesta de disfraces? El movimiento cospobre, son los hermanos low cost de los famosos cosplays.
El cosplay consiste en disfrazarse de un personaje de ficción. Para lograrlo es imprescindible mucha implicación y, en la mayoría de casos, una buena cartera. Debido a esto nació el cospobre hace un par de años, la versión low cost del cosplay. Comenzó siendo un concurso, pero para muchos ya se ha convertido en un estilo de vida.
El año en el que se dio a conocer el movimiento cospobre, en 2012, salió a la luz una noticia sobre el brasileño Paulo Henrique dos Santos. El joven decidió tintarse completamente de verde para emular a Hulk durante una maratón, pero lo que no sabía es que iba a ser incapaz de quitarse el tinte.
Pese a que Henrique dos Santos se lavaba día a día para desprenderse del color verde, no lograba deshacerse de él. Tras 25 baños y el uso masivo de jabón, champú, detergente, alcohol, varias esponjas y una escobilla, finalmente logró deshacerse del colorante corporal. Henrique aseguró que nunca más volvería a hacerlo. Ese caso sería uno de los primeros cospobres, nacidos en las favelas de Brasil.
A partir de entonces se crearon varios concursos y cada vez eran más los que se aventuraban a crear un disfraz original. Desde un Lobezno con garras de cucharas y tenedores hasta un Iron Man hecho completamente de cartón. Personajes ciertamente alejados de la realidad, pero mucho más ingeniosos.
En la actualidad, hay un grupo que ha destacado en el arte del cospobre. Se llama Equipo LCC (Equipo Low Cost Costume), y está arrasando en la red. Está compuesto por los tailandeses Satjapong Thongchaisri (alias Millian), Purin Hungsamut (Basser) y Anucha Saengchart (Cha).
Estos tres amigos, de 24 años, decidieron meterse en el mundo del cospobre puesto que les parecía que los cosplay eran muy caros y carecían de imaginación. Confiesan que su propósito es divertir a la gente sin gastar mucho dinero. Todo nació a partir de una toalla vieja, con la que acabaron recreando al Rey Leónidas de la película 300.
Desde ese primer disfraz, los tres jóvenes se han extendido por la red y cada vez crean más atrezos a partir de la demanda de sus seguidores. Los tres suben a su página de Facebook todos sus diseños y enseñan cómo se pueden hacer de una manera rápida y sencilla.
Los tailandeses explicaron en una entrevista en la página cospobre brasileña que para hacer estos disfraces utilizan objetos que encuentran en el trabajo de Anucha Saengchart (Cha). Aunque han reconocido que no ganan dinero con esto, los jóvenes se han hecho famosos en Tailandia, donde ya han aparecido en televisión y en diferentes noticias a nivel internacional.
Parece ser, tal y como indica este movimiento low cost, que no hace falta gastarse mucho dinero en un disfraz para ser el rey de la fiesta. Ahora, tú y tu bolsillo decidís: qué prefieres, ¿cosplay o cospobre?