¿Parafilia o perversión? La dendrofilia es una parafilia sexual diferente y con diversos puntos de vista.
El uso de plantas o flores en el sexo no es raro si por ello entendemos una forma de innovación en las relaciones sexuales. Masajes con hojas que estremecen cada milímetro de la piel, pétalos esparcidos por la cama... Pero lo que, aparentemente, es solo un juego sexual puede convertirse en una atracción hacia los vegetales.
Llegados a este punto, es cuando podríamos hablar de dendrofilia o atracción sexual hacia árboles y plantas. Los casos más extremos se conocen de personas que se excitan sexualmente frotando sus genitales contra un árbol.
De esta práctica, a su vez, derivan otras como la masturbación con frutas y vegetales. Hay, incluso, quienes utilizan pepinos, berenjenas o zanahorias (debido a su forma fálica) para obtener placer.
Debemos hacer un esfuerzo por reconocer determinadas prácticas sexuales. Puede que haya personas que consideren la dendrofilia como una perversión cercana a la zoofilia, pues son seres vivos por igual.
Otros, sin embargo, pueden aceptarlo como una forma de darse placer sin que se haga ningún mal a nadie.