La Justicia ordenó la inmediata detención de Julio César Grassi quien ya cumple la pena en la cárcel Nº 39 de Ituzaingó. Está condenado a 15 años por corrupción de menores y abuso sexual agravado, pero tenía libertad vigilada.
El padre Julio César Grassi, condenado a cumplir prisión efectiva durante 15 años por la pena de corrupción de menores y abuso sexual agravado, quedó apresado en el penal 39 de Ituzaingó, luego de la audiencia de partes que tuvo lugar hoy en el Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 1 de Morón.
Grassi perdió este lunes el beneficio de libertad vigilada, una resolución extraordinaria de la que gozó cuatro años pese a estar condenado a un delito grave. Y quedó a disposición del servicio penitencial bonaerense.
La decisión fue tomada por los jueces Mariana Maldonado, Pablo Lucero y Claudio Cheminade, quienes asumieron en forma reciente sus cargos en el Tribunal, donde reemplazaron a Luis Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez quienes habían condenado a Grassi, pero le habían permitido la libertad hasta que la sentencia quedara firme.
El sacerdote fue condenado por el TOC 1 en junio del 2009 a 15 años de prisión por haber abusado de un menor que alojaba en guarda judicial en la Fundación Felices los Niños y la condena fue confirmada en tres instancias.
El fiscal de Morón, Alejandro Varela, celebró la decisión del tribunal de esa localidad de decretar la detención e ingreso en prisión del padre Grassi. En declaraciones a Radio 10 el funcionario destacó que estaba "conforme con lo resuelto" por los magistrados y que los jueces tuvieron en cuenta "lo pedido por esta Fiscalía, todos nuestros planteos".
Sobre la posibilidad de que los abogados del sacerdote intenten recurrir la decisión judicial, el fiscal Varela afirmó que "que vayan en queja donde quieran, pero de momento Grassi tendrá que cumplir la detención".
La defensa
Los defensores de Grassi están seguros de su inocencia y aseguran que se trata de "un fallo muy presionado por los medios". "El padre Grassi lucha contra el capitalismo", destacó una mujer que no se quiso identificar en declaraciones a Radio 10. "Nadie duda de su obra ni de él y tendrían que estar acá [en el juzgado] escuchando a los muchachos de la fundación a su favor".
El abogado Juan Carlos Malvicini, defensor de Julio César Grassi, había rechazado hoy ante el tribunal el planteo de detención del sacerdote, y le reclamó a los jueces "que cumplan su tarea, aplicando la ley, porque no existe riesgo procesal alguno" que impida la libertad del cura.
Tras sostener que en la audiencia los acusadores "reescribieron el juicio", el abogado aseguró que la detención debe darse "cuando sea absolutamente indispensable" y afirmó que "la sociedad no necesita una respuestas para calmar la sed de venganza".
"No hay entorpecimiento, dilación o moras. Es ejercer los derechos -dijo Malvicini-. La buena memoria dice que la causa empezó en el 2000. El imputado está sentado al lado mío, siempre asistiendo. ¿Cuál es el riesgo que hoy dicen tener? El temor velado? ¿Dónde puede ir Grassi?, si tiene portación de cara el padre Grassi", sentenció el letrado...