El cura se presentó temprano ante el Tribunal de Morón y deberá regresar alrededor de las 13 horas. La querella pide que quede detenido.
En medio de la fuerte expectativa ante una posible detención, el padre Julio César Grassi salió esta mañana de la quinta que habita en Hurlingham a bordo de su camioneta. El cura arribó pasadas las 8 al Tribunal Oral Criminal N° 1 de Morón para notificarse de las últimas resoluciones en su contra. La fiscalía y la querella esperan su "inmediata detención".
"Estoy entero, esta es una cruz que tengo que llevar", dijo Grassi en diálogo con los medios, antes de ingresar al tribunal. "Creo en Dios y tengo esperanza en la justicia del hombre, que para eso está constituida", agregó.
El fiscal de Morón Alejandro Varela, pidió la "detención inmediata" de Grassi al "haberse agotado todas las instancias provinciales de apelación". El cura fue condenado a 15 años de prisión por abuso sexual agravado y corrupción de menores y la medida fue confirmada por la Corte Suprema provincial la semana pasada.
Varela añadió que tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que el 18 del actual ratificó la condena a 15 años por abuso sexual de un menor identificado como Gabriel, "se avanzó en la certeza de la responsabilidad del imputado".
La audiencia, que será oral y pública, se realizará a partir de las 13 "con el único objetivo de debatir si Grassi queda detenido o no, pero no se van a discutir hechos en cuanto a si hubo o no abuso sexual" en el caso por el que se lo condenó, precisó Varela.