En general escuchamos hablar de la eyaculación precoz como uno de los problemas más comunes de la intimidad de una pareja. Pero ¿qué pasa cuando se da justamente lo contrario y el hombre tarda demasiado en llegar al orgasmo?
Hay hombres que por mas que quieran llegar al clímax no lo logran, o tardan mucho aunque no se lo propongan. A esta dificultad se le llama eyaculación retrasada, y hay que tener mucho cuidado de no confundirla con los casos en los que los hombres buscan y disfrutan del acto sexual tratando de alargar el encuentro el mayor tiempo posible y conteniendo la eyaculación, sin que el orgasmo sea la meta. Hay parejas que disfrutan mucho de este tipo de experiencia, y si se cansan antes de llegar al gran Oooh! pues igualmente se sienten de maravillas… Han pasado muchos minutos, incluso horas teniendo un encuentro super, superplacentero y eso los satisface.
A diferencia de este tipo de sexo, que muchos denominan "sexo tántrico" porque el orgasmo no es el objetivo, la eyaculación retrasada provoca tanto frustración en el hombre como en su pareja.
Pero ¿a qué nos referimos específicamente cuando hablamos de eyaculación retrasada? Se trata de una disfunción donde se presenta una inhibición de la eyaculación, en la que el hombre es incapaz de eyacular ya sea durante la relación sexual o mediante una estimulación manual en presencia de su pareja.
¿CÓMO SABER SI UN HOMBRE TIENE EYACULACIÓN RETRASADA?
Principalmente debemos tener en cuenta los siguientes parámetros: la mayor parte de los hombres eyacula entre 2 y 4 minutos después de comenzar a penetrar activamente a la pareja. Pero aquellos que tienen un retraso eyaculatorio pueden ser totalmente incapaces de eyacular durante el coito o sólo lo logran haciendo un gran esfuerzo durante un período de tiempo prolongado: 30 minutos o más.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
Si se obtiene el orgasmo por masturbación o coito oral y no se logra en la penetración, es muy probable que no exista ninguna causa orgánica. Entonces, hay que buscar el origen del problema en causas psicológicas. De hecho, casi todos los casos de eyaculación retrasada están relacionados con problemas psicológicos.
Sin embargo, quiero dejar en claro que antes de indagar en causas emocionales primero hay que descartar causantes fisiológicas. Uno de los parámetros para saber si la eyaculación retrasada es de índole físico es que el hombre tampoco logra la eyaculación cuando se estimula a solas.
Las causas más comunes para que un hombre experimente esta disfunción, ya sea por motivos orgánicos o psicológicos, son las siguientes:
Restricciones religiosas que hacen que la persona perciba el sexo como una atracción pecaminosa. La culpa, los prejuicios y los tabúes no le permitirán relajarse y tampoco disfrutar de las sensaciones eróticas, por lo cual el orgasmo no llega
Condicionamiento idiosincrásico provocado por patrones únicos y atípicos de masturbación
Eventos traumáticos como el ser descubierto al masturbarse o teniendo sexo ilícito, o haber sufrido abuso sexual
Consumo de alcohol
Falta de atracción por la pareja: esta es una de las causas que más tememos las mujeres, pero que no se debe descartar. Cuando no existe atracción física o emocional, los hombres, al igual que nosotras, experimentan dificultades para alcanzar el orgasmo
Deseos homosexuales
Miedos y ansiedades: temor a un embarazo no deseado o a contraer alguna enfermedad de transmisión sexual
Rabia o conflictos de pareja
Uso de fármacos
Enfermedades neurológicas
Daños nerviosos en la médula espinal o la espalda
UNA SOLUCIÓN EN PAREJA
Lo primero que hay que hacer para tratar la eyaculación retrasada es consultar con un médico, para descartar causantes fisiológicas
En caso de que no se trate de un problema físico, las mujeres tienen que tener mucho cuidado de no realizar conclusiones apresuradas. La eyaculación retrasada de tu pareja no significa que tú no le gustes o que no seas buena amante, pero sí puede tener que ver con la relación de pareja que están manteniendo. Por eso, deben explorar todas las posibilidades para evitar que la situación actual empeore
Si el problema no se aborda puede aumentar significativamente el estrés en la pareja y surgir insatisfacción o inhibición del deseo sexual, ¡el peor pronóstico! Así que no dejen de buscar ayuda