Los restos del granjero fueron encontrados en el chiquero donde había cerdos de más de trescientos kilos.
Un granjero estadounidense fue comido por sus propios chanchos, en su establecimiento de Bandon, Oregon, al oeste del país. No se descarta que haya sido atacado por los animales, algunos de más de 300 kilos.
El miércoles de la semana pasada, Terry Vance Garner, de 69 años, fue a alimentar a los cerdos, pero unas horas después seguía sin regresar. Ante la denuncia de los familiares por la desaparición del hombre pero los investigadores iniciaron la búsqueda dentro de la misma granja y, poco después, encontraron su dentadura en el chiquero.
"Hasta donde sabemos, fue un horrible accidente. Pero es un descubrimiento tan sorprendente que tenemos que investigar todas las posibilidades", explicó Paul Frasier, fiscal general del Distrito Coos de Oregon a la agencia EFE.
Los forenses que entienden en el caso aseguraron que podría tratarse del desafortunado desenlace después de que Garner hubiera sufrido un ataque cardíaco. Pero los investigadores no descartaron un ataque por parte de los cerdos a su cuidador debido a que los animales habían mostrado una actitud belicosa en el pasado.
La familia del fallecido, a la espera de que un antropólogo forense intente determinar las causas de la muerte, explicó que el granjero cuidaba cerdos desde hacía varios años y que tenía numerosas hembras y hasta un macho de jabalí. Ya antes, recuerdan, una de las hembras lo había golpeado cuando Vance se tropezó con un lechón de forma accidental. Entonces aseguró que sacrificaría al animal, pero más tarde cambió de opinión.
"Los animales eran su vida. Todo el mundo conocía su granja, llena de pavos y otros animales correteando”.
Aunque los cerdos no suelen tener un carácter agresivo, su condición de omnívoros les confiere un grado de peligrosidad impredecible, según explicó el especialista en comportamiento animal John Killefer.
El caso recuerda vívidamente a la novela de Thomas Harris, "Hannibal" (y la película de 2001 dirigida por Ridley Scott), en la que el abusador de niños Mason Verger entrena cerdos para comer a humanos, con la idea de vengarse de Hannibal Lecter, responsable de haberlo desfigurado.