Los manifestantes quemaron varios vehículos diplomáticos, rompieron cristales, retiraron el escudo de la embajada y quemaron la bandera estadounidense. En El Cairo, al menos trece personas resultaron heridas.
La crisis desatada por la película Inocencia de los Musulmanes, en la que se denigra la figura del profeta Mahoma, ha causado nuevos disturbios en El Cairo y, según informan testigos locales, un asalto a la embajada estadounidense en Yemen.
Dos días después del letal ataque al consulado estadounidense en Bengasi, en el que falleció el embajador de Washington en Libia, la protesta por la película ha congregado esta mañana a centenares de personas cerca de la legación de Estados Unidos en Saná. La protesta degeneró en disturbios y en un asalto a la sede diplomática. Según los testimonios citados por la agencia Reuters, las fuerzas de seguridad abrieron fuego para dispersar a la turba, pero no pudieron impedir el acceso de los atacantes al recinto, que quemaron algunos vehículos de la legación. Posteriormente las fuerzas de seguridad lograron evacuar a los asaltantes, mientras la protestas seguía fuera del recinto.
En El Cairo, al menos trece personas han resultado heridas en choques, iniciados la noche del miércoles y que han proseguido hoy jueves, entre manifestantes y policías en las inmediaciones de la Embajada de EE UU, según han informado las autoridades egipcias.
Los incidentes se iniciaron la noche del miércoles, cuando un grupo de unos 500 jóvenes pretendía acercarse a la embajada de EE UU, situada en la vecindad de la plaza Tahrir, para protestar por la emisión de Inocencia de los musulmanes. La policía se lo impidió, y cargó contra ellos, desplazando la batalla campal a los aledaños de Tahrir. Mientras los jóvenes lanzaban piedras y cócteles Molotov a las fuerzas del orden, éstas respondían con gases lacrimógenos.
Con diversa intensidad e intermintencias, los disturbios se mantuvieron hasta entrada la mañana. Según varios testimonios presenciales, al menos una parte de los jóvenes pertenecía a los “ultras”, la politizada hinchada del club de fútbol Ahly que sufrió en febrero una verdadera masacre en el estadio de fútbol de Port Said.
“Las fuerzas de seguridad fueron capaces de empujarlos hacia Tahrir, alejándolos de la embajada”, declaró Alla Mahmoud, portavoz del ministerio del Interior, que informó que en el transcurso de los enfrentamientos fueron incendiados dos furgones de la policía, y que los manifestantes fueron capaces de romper en algunas partes las alambradas colocadas alrededor de la legación diplomática estadounidense.
El presidente egipcio, Mohamed Morsi condenó ayer los asaltos a las legaciones diplomáticas estadounidenses, así como también la controvertida cinta sobre Mahoma. “La presidencia condena en los términos más contundentes el intento de un grupo de insultar al profeta Mahoma, y condena a la gente que ha producido este trabajo radical ... El pueblo egipcio, tanto cristiano como musulmán, rechaza estos insultos a los lugares santos”.
En su comunicado, el rais reconoce la responsabilidad de su país en proteger las misiones diplomáticas de otros países, así como también “el derecho de expresión, y de protesta pacífica según la ley”. Ahora bien, advierte que no permitirá cualquier acción irresponsable que viole la legitimidad vigente.
Por su parte, según una declaración pública de la Casa Blanca, el presidente Obama habló por teléfono con Morsi el miércoles para abordar la crisis. Además de expresar la voluntad mantener la relación estratégica que une a ambos países, Obama le comunicó a su homólogo egipcio su rechazo “a cualquier esfuerzo por denigrar el Islam”, pero advirtió que no “hay nunca ninguna justificación para la violencia contra inocentes”.
El presidente Morsi se encuentra hoy en una visita oficial a Bruselas, la primera a un país europeo desde que asumió su cargo, con la finalidad de recabar nuevas ayudas para la maltrecha economía egipcia. En la capital belga, Morsi se entrevistará con el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, el presidente de la Comisión, José Durao Barroso, y la responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton.
El controvertido vídeo fue supuestamente el desencadenante de la protesta frente al consulado estadounidense en Bengasi, en el este de Libia, que acabó la noche del martes en un ataque contra el edificio en el que perdió la vida el embajador Christopher Stevens y tres empleados de la legación.
Obama también ha conversado telefónicamente con el presidente libio, Mohamed Magarief, quien prometió plena colaboración en la investigación el ataque al consulado estadounidense en Bengasi, en el que falleció el embajador de Washington.
Mientras impulsa la investigación para esclarecer la autoría del ataque, Washington ha ordenado el despliegue en Libia de una unidad de élite del cuerpo de los marines para incrementar el nivel de seguridad de su misión diplomática. Dos destructores de la marina estadounidense viajan hacia las costas libias.