Un grupo de manifestantes se mezcló junto a familiares, amigos y allegados a Lucas Menghini Rey, cuyos restos fueron hallados entre los vagones del tren que chocó con un andén el miércoles en la estación de Once, se mostraron indignados y se manifestaron en el hall mientras los efectivos de la Policía Federal y bomberos retiraban a la víctima número 51 de la tragedia.
Pasadas las 20.30 un grupo, que llegó a la estación muchos después que los familiares y amigos y que no pertenecen al círculo de allegado al joven, comenzó a incendiar los cestos de basura y a destrozar los molinetes. De forma inmediata llegó la respuesta policial que dispersó a los violentos con gases lacrimógenos y avanzando sobre ellos.
Momentos después del hallazgo del cuerpo los familiares y amigos de Lucas se manifestaron en forma pacífica y pidieron que no se produzcan incidentes. "Asesinos, asesinos", gritaban con fotos del joven de 20 años. Algunos protagonizaron forcejeos con las fuerzas de seguridad, en escenas dramáticas y de emoción.
"Que se vayan todos", reclamaban los familiares a los que se sumaron los pasajeros del tren Sarmiento que repudiaron que no se haya revisado todos los vagones para establecer que no había más pasajeros atrapados en la formación siniestrada.
Las personas, visiblemente exaltadas, exigieron también la renuncia del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y cuestionaron a los gritos que las autoridades nacionales "se hayan borrado" ante una tragedia con 51 muertos y 703 heridos.
"Cristina (Fernández) dónde está", preguntaban a los gritos los manifestantes, mientras golpeaban los carteles de las boleterías. El clima de tensión en el hall central de la terminal ferroviaria llevó a los trabajadores de la línea Sarmiento a suspender el servicio por "falta de garantías de seguridad".
Efectivos policiales desalojaron la terminal de trenes, luego de que manifestantes ocasionaran destrozos en el lugar, que dejó al menos seis detenidos y agentes heridos.
La policía, que dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos, detuvo a algunos de ellos y corrió a otros hacia la avenida Pueyrredón.
El grupo de violentos intentó una y otra vez arrojar botellas y todo tipo de objetos a los uniformados. Además ocasionó serios destrozos en la estación e incluso saqueó comercios.