Los beneficios son especialmente visibles a partir de los 40 años.
Un equipo científico de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha comprobado que el matrimonio tiene efectos positivos sobre la salud, especialmente visibles a partir de los 40 años.
Según publica el diario La Vanguardia, para los investigadores, el beneficio viene marcado por el papel que juega cada miembro de la pareja en procurar que el otro se cuide y una mayor probabilidad de tener seguro médico.
Para realizar este estudio, el equipo del Departamento de Economía e historia Económica de la UAB, el ICREA, la Fundación MOVE y la Barcelona GSE han utilizado datos estadísticos de los Estados Unidos, con muestras representativas de la población estadounidense comprendida en edades de 20 a 64 años.
Los encargados de realizar el informe han querido distinguir si había más predisposición al matrimonio de las personas con una mejor salud innata. Y es que estudios en biología evolutiva sugieren que algunos rasgos físicos y psicológicos que despiertan atractivo en el sexo opuesto, como la simetría, están relacionados con la buena calidad genética y buena salud, que favorece el éxito reproductivo. Si fuera así, dicen los investigadores, los individuos con mejor predisposición genética a estar sanos también tendrían más probabilidades de encontrar pareja y casarse, y explicaría por tanto, el diferencial de salud entre casados y solteros.
Pero a pesar de esta predisposición, la diferencia de salud entre casados y solteros se reduce en edades más jóvenes, de entre 10 y 39 años, y por tanto, según los responsables del estudio, indiciaría que no hay un efecto del matrimonio sobre la salud en esta franja. En cambio, en los individuos mayores, la diferencia de salud es de 6 puntos porcentuales y por tanto, los investigadores concluyen que el matrimonio es beneficioso para la salud pero en el rango de entre los 40 y los 50 años.
Los autores creen que tener seguro médico, que en Estados Unidos es un factor importante, tiene mucho que ver, y en general los individuos casados tienen más probabilidades de hacerse controles médicos preventivos periódicamente. Además, por ejemplo, los fumadores casados tienen más probabilidades de dejar de fumar. Por tanto, los investigadores concluyen que el papel que juega cada miembro de la pareja en procurar que el otro se cuide es beneficioso para la salud.
Los investigadores creen que los resultados obtenidos pudieron útiles en la implementación de políticas públicas y privadas relacionadas con la economía en el ámbito de la salud y de la familia.