“No es una imposición, es una recomendación”, dijo el alcalde de Ador.
Ador, una localidad valenciana de 1.400 habitantes, es zona libre de ruidos y estridencias durante la hora de la sagrada siesta. Su alcalde, Joan Faus, dictó al inicio del periodo estival un decreto para “garantizar el descanso de todos y poder sobrellevar mejor los rigores del verano”.
Es así que entre las dos y las cinco de la tarde, se ruega paz y silencio. “No es una imposición, es una recomendación”, destacó el alcalde sorprendido por la expectación que ha provocado el decreto dentro y fuera de España.
“Ador es una zona naranjera y en estas fechas hay mucho trabajo en los huertos. La gente se levanta al alba para trabajar en el campo y a mediodía regresa a casa, huyendo de las altas temperaturas. Quienes madrugan aprovechan la siesta para descansar y recuperar energías. De ahí, el decreto", aclaran.
Para tal fin, los bares, comercios y hasta la piscina municipal cierran sus puertas a partir del mediodía, hasta las 17.
Según señaló el alcalde, no todo el mundo ha entendido el bando. “Los ingleses alucinan. Interpretan que no tenemos ganas de trabajar. Y no, en absoluto. No se trata de eso”.
Para defender la medida, la primera autoridad de Ador insistió en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera saludable un descanso de 20 o 30 minutos en mitad del día. Y agregó que gracias al decreto se preserva a los adultos mayores y a los niños, la población más vulnerable, de los peligrosos golpes de calor.