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Regionales

Cayó la "transa" que vendía droga sin pantalla las 24 horas

La investigación que duró seis meses surgió a partir de cientos de denuncias de vecinos.

25/06/2017

Sin vergüenza. Una mujer detenida en un allanamiento que la Policía realizó en su "kiosco" de drogas, vendía la sustancia a toda hora del día y sin ninguna "pantalla” en su barrio.

El operativo se realizó el fin de semana en el barrio San Ramón, provincia de Catamarca, pero la investigación previa demandó al menos 6 meses.

Los efectivos de la Dirección Drogas Peligrosas llegaron a ella por una innumerable cantidad de denuncias de los vecinos, y lograron secuestrar 200 gramos de marihuana y 27 mil pesos en efectivo, que la mujer había logrado como ganancia con la venta de droga.

"Directamente vendía, no tenia pantalla y no discriminaba para vender. Hubo muchas denuncias anónimas de los vecinos", contaron los investigadores de la causa a el diario local El Ancasti.

Los efectivos de Drogas Peligrosas celebraron este nuevo escenario que se observa en la provincia, y especialmente en la ciudad Capital, en el que la gente aporta con su denuncia al personal policial, ante la presencia de narcotraficantes, generalmente foráneos.

En este sentido, aseguraron que el crecimiento de los kioscos de droga en la ciudad Capital está siendo contrarrestado con la denuncia anónima que realizan los ciudadanos, para poner sobre el tapete la venta de droga en sus barrios.

Usados

En este contexto, los uniformados consideraron necesario difundir en los medios el uso que estos traficantes hacen de los barrios más humildes, para afincarse y resguardarse.

En esta línea, los efectivos antidrogas remarcaron que los últimos operativos se dieron en zonas de barrios muy hostiles y reacios a la presencia policial.

Así, generalmente, los policías antinarcóticos son recibidos con pedradas al momento de realizar un allanamiento. El resultado termina siendo el mismo de siempre: unidades móviles dañadas, algo que hace mella en los recursos materiales con los que cuentan.

No obstante, desde Drogas Peligrosas, se destacó que la gente de esos barrios colabore y avise sobre los "kioscos" de drogas llamando por teléfono, para realizar las denuncias con identidad reservada.

De ese modo, los vecinos aportan para que la Policía logre cerrar un kiosco de drogas, y se pueda llegar allí y obtener los elementos de prueba en esa zona y corroborar la venta de droga, como ocurrió en el caso de la mujer del barrio San Ramón.

Para la Policía, el flagelo de la droga se instala en zonas pobres para valerse de la gente que está en esa situación de vulnerabilidad, y que alertan a los narcos, cuando llega la Policía a allanarlos.