Ocurrió en Fukuoka donde tras la ampliación del metro la calle cedió y se derrumbó. En 48 horas la repararon y es como si nada hubiera pasado.
Siempre se ha dicho que Japón es un país diferente, que va más avanzado que el resto del planeta en algunos puntos en concreto. Uno de ellos es la eficiencia con la que trabajan sus operarios, algo que ha vuelto a quedar demostrado con el socavón de Fukuoka (Japón).
¿De qué estamos hablando? Hace justo una semana, el centro de la ciudad sufrió un gran accidente: un agujero de 30 metros de largo, 27 de ancho y 15 de profundidad. Las imágenes recorrieron Internet debido a la espectacularidad del suceso, aunque se tuvo la fortuna de que no ocurrió ninguna desgracia humana.
En el plano técnico, sin embargo, sí fue diferente. El centro de la ciudad sufrió cortes de luz, agua, gas, tráfico y lo más importante: los edificios colindantes al socavón podían derrumbarse si no se trataba rápido el percance. Dicho y hecho: en sólo dos días, los japoneses han arreglado todo.
Una vez acordonada la zona y estudiados los cambios a realizar, los nipones comenzaron las labores de mantenimiento el pasado domingo. Para ello, los ingenieros no sólo se han encargado de rellenar el agujero y listo, sino que han puesto nuevas redes de alcantarillado (para que no ocurra de nuevo), se han cambiado los semáforos y postes que desaparecieron entre el agua y se han reforzado los cimientos de la zona en cuestión.
Soichiro Takashima, alcalde de Fukuoka, ha puntualizado que “el suelo ahora será 30 veces más resistente que antes“. Para ello, los operarios han utilizado un total de 6.200 metros cúbicos de arena y cemento, además de los diferentes componentes de acero y metal ya comentados en el párrafo anterior.
El agujero se produjo porque la ciudad estaba ampliando una de las líneas de metro. Obviamente, y como es lógico, la administración pública ha pedido disculpas. A cambio, pues la eficiencia descrita. Bendito lujo.